La sangrienta posguerra iraquí, que ya se ha cobrado la vida de nueve españoles, brindó ayer la primera "buena noticia" a José María Aznar. Así definió la captura de Sadam Husein en una breve declaración institucional, que el presidente del Gobierno aprovechó para sentenciar que, con esta detención, "ha desaparecido el principal obstáculo para un Irak en paz, en libertad y en democracia".

Tan pronto como conoció la confirmación oficial del británico Tony Blair, su aliado europeo en el frente que apoyó la guerra de Irak, Aznar se apresuró a comparecer ante los medios para celebrar la buena nueva. "Hoy es un buen día para todos: para España, para Europa, para todo el mundo democrático y, sobre todo, para Irak y para todos y cada uno de los iraquís", señaló.

"UNA AMENAZA" El mandatario español declaró que el de ayer era un día de alborozo para quienes desean "un mundo en paz, libre de dictadores y lleno de democracias que respeten los derechos humanos". Definió a Sadam como el "responsable directo de la muerte de millones de personas" y de "torturas, asesinatos y guerras de agresión", lo que le convertía en una "amenaza para su pueblo y el mundo".

Como "causante de todo el sufrimiento y la pobreza del pueblo iraquí, ha llegado el momento de que pague por sus crímenes", enfatizó Aznar tras proclamar en tono triunfal: "El tirano que desafió a las Naciones Unidas ha caído". Con todo, evitó detallar cuál fue el desafío que el dictador planteó a la ONU: sus pregonadas armas de destrucción masiva, esgrimidas por EEUU y sus socios para justificar el ataque militar. Y es que, ocho meses después de la guerra, el supuesto arsenal prohibido de Sadam sigue sin aparecer, y ya ni siquiera figura enunciado en los discursos de Aznar.

El jefe del Ejecutivo agradeció la "cooperación" de los delatores iraquís que permitieron la captura del dictador, y felicitó "de la manera más entusiasta" a las tropas de EEUU que practicaron la detención. También tuvo un "recuerdo especial y emocionado" para las víctimas españolas en la posguerra, y para los militares y civiles allí desplegados.

Pero, a renglón seguido, advirtió de que la misión de las fuerzas de ocupación "no ha terminado". "Sabemos que nos aguarda trabajo y sufrimiento, pero también que merece la pena perseverar en nuestro esfuerzo. A partir de ahora, los grupos terroristas están más cerca de su derrota". Como colofón, dijo que "muchos españoles" sienten el "deber" de participar en la reconstrucción y de "estar presentes en el lugar del mundo donde hoy se libra la lucha contra el terrorismo que amenaza a todos".

CONFIRMACION IRAQUI Antes de su alocución, Aznar telefoneó al presidente del Gobierno provisional iraquí, Abdel Aziz al Hakim, que la víspera le había visitado en la Moncloa y ayer se reunió con la ministra de Exteriores, Ana Palacio. De hecho, fue el dirigente iraquí quien dio la noticia al Gobierno español. Tras garantizar que Sadam será juzgado en Irak, Al Hakim coincidió con Palacio en expresar su deseo de que, tras esta detención, se aplaque la resistencia iraquí contra las tropas de EEUU.

Desde Buenos Aires, Mariano Rajoy, se sumó a la celebración por esta "extraordinaria noticia". El candidato del PP a la Moncloa alertó de que aún hay "terroristas" y "fieles a Sadam" que pueden seguir atentando, informa Mercedes Jansa.