No es EEUU sino la oposición española quien desea abrir un conflicto con Siria. José María Aznar esgrimió ayer este argumento al referirse a las durísimas advertencias que la Administración Bush ha lanzado en los últimos días contra Damasco por supuesta posesión de armas bacteriológicas y connivencia terrorista.

Tras proclamar que "Siria es un país amigo de España y lo va a seguir siendo", el presidente del Gobierno manifestó que el país árabe "no es objetivo para nadie". "No existe la más mínima pretensión de extender ninguna situación conflictiva en relación con Siria", agregó.

Según el presidente, hay un "furor desatado" en relación con Siria que "no se corresponde con la realidad ni con las intenciones ni con los deseos de nadie". Dijo que EEUU no quiere "presionar ni impresionar", sino "simplemente hablar" para que Damasco "colabore" contra el terrorismo y a favor de la estabilidad de Oriente Próximo.

INTERESES INTERNOS

"Otra cosa es que pueda haber gente que desee que se abra un conflicto con Siria, a lo mejor porque no saben vivir sin ningún conflicto. Internamente lo necesitan", dijo en alusión al PSOE e IU y sus líderes, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares.

El presidente hizo estas declaraciones junto al primer ministro polaco, Leszek Miller, tras un encuentro en Varsovia en el que trataron la situación tras la guerra de Irak y la ampliación de la UE.

A diferencia del premier británico, Tony Blair, Aznar evitó rechazar explícitamente una eventual acción de EEUU contra Siria. Sí lo hizo el vicepresidente Mariano Rajoy, quien declaró que España no apoyaría un ataque como hizo en el caso de Irak.

Aznar, a quien George Bush pidió el lunes que intercediera ante el presidente sirio, Bashar al Asad, dijo que entre ayer y hoy hablaría con éste. A la pregunta de si tenía un encargo concreto de Bush, Aznar respondió, algo molesto: "No se trata de encargar nada. Se trata de hablar para conseguir estabilidad y que todos aporten lo que tengan que hacer en la lucha contra el terrorismo y por la estabilidad".

En un acto con empresarios polacos, Aznar destacó las ventajas de estar con EEUU y aseguró que Polonia no sufrirá perjuicios por ello: "Al contrario, tendrá ventajas, que no voy a decir aquí porque no es la cuestión".