José María Aznar visitará hoy Galicia por primera vez desde que hace un mes comenzó la crisis del Prestige . Pero no pisará las zonas afectadas por la marea negra ni llevará consigo dinero extra de la UE. El presidente del Gobierno no consiguió ayer que la cumbre de Copenhague aprobara nuevas ayudas para paliar la catástrofe.

La visita de Aznar a Galicia no pasará de ser un viaje relámpago en el que evitará tomar contacto con la población afectada por el vertido de fuel, entre la que cunde la indignación por la actuación del Gobierno.

Según el programa facilitado anoche por la Moncloa, el presidente llegará a las 11. Se reunirá con el vicepresidente Mariano Rajoy y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. También departirá con los técnicos de la torre de control y ofrecerá una rueda de prensa. Concluida ésta, volverá a Madrid.

FONDO DE SOLIDARIDAD

Aznar se asomará por Galicia sin haber logrado nuevas ayudas de la UE. Los líderes de los Quince invitaron ayer a España a redistribuir los recursos que ya tiene asignados en el Presupuesto comunitario. Y le ofrecieron acceder al Fondo de Solidaridad, una cuenta de mil millones de euros anuales creada en octubre a raíz de las inundaciones en Alemania y de la que España sólo recibiría este año, según sus propios cálculos, cinco millones.

La secretaria de Estado de Presupuestos, María Elvira Rodríguez, reconoció en la capital danesa que el Gobierno podría renunciar a esta aportación porque la normativa impide que se compatibilice con otras ayudas. "No merece la pena pedir cinco millones si se puede conseguir más por otras vías", dijo.

Aznar, que había dicho que sólo visitaría Galicia con soluciones bajo el brazo, salió de la crucial cita danesa con las mismas ayudas que ya estaban planteadas antes de la cumbre. Un asesor de la Moncloa había dicho que el presidente intentaría conseguir "algo más" en Copenhague.

En el documento de conclusiones, los líderes europeos expresan su "pesar y preocupación" por la tragedia ecológica y su voluntad de tomar medidas para evitar catástrofes futuras, y apoyan las iniciativas de la Comisión Europea para afrontar las consecuencias derivadas del naufragio.