La policía tiene "instrucciones permanentes" de disolver las manifestaciones contra la guerra de Irak que no tengan autorización gubernamental. Así lo manifestó ayer el ministro del Interior, Angel Acebes, tras participar en una reunión del gabinete de crisis del Ejecutivo presidida por Aznar. Las órdenes cursadas buscan evitar altercados y, de paso, disuadir a los ciudadanos que pretendan seguir protestando contra el apoyo de España a la guerra.

Acebes informó de las múltiples protestas pacifistas de toda España y, sobre todo, de la protesta espontánea del viernes en Madrid, que tuvo 50 heridos por la contundente carga policial.

Tras este encuentro de trabajo, Acebes y el vicepresidente Mariano Rajoy denunciaron que se celebran marchas contra la guerra que son "ilegales" --pues carecen del correspondiente permiso-- y que "grupos violentos" y "radicales" las están aprovechando para "alterar la seguridad". Según el titular de Interior, estas "minorías" se dedican a "provocar a la policía" y a "crear situaciones de riesgo que podrían desembocar en un acontecimiento grave".

"En nombre de la paz y de la tolerancia no se pueden cortar calles, plazas y carreteras de manera ilegal, ni apedrear sedes de partidos e instituciones, ni quemar contenedores, ni impedir el tráfico de peatones y vehículos, ni insultar, amenazar e incluso agredir físicamente a las fuerzas de seguridad", advirtió Acebes. Aseguró el ministro que la actuación de la policía en Madrid fue "proporcionada", aunque muchos testigos presenciales sostienen que los manifestantes marchaban en paz cuando los agentes antidisturbios empezaron a disparar pelotas de goma y a cargar contra ellos. Así lograron disolver la marcha, que se saldó con 50 heridos: 45 manifestantes y cinco agentes contusionados.