Aunque la ciudad de Badajoz y su zona de influencia siguen manteniendo la primacía como área geográfica de mayor peso empresarial en Extremadura, el eje Cáceres-Trujillo ha sido el que ha mostrado un mayor dinamismo en la última época, según los datos recogidos en la Guía Empresarial elaborada por la Dirección General de Promoción Industrial.

Así, la denominada Raya Sur se mantiene a la cabeza en cuanto a número de empresas que facturen más de 60.000 euros, con 1.026; ingresos, con 1.307 millones de euros, y valor añadido, con 269 millones de euros, pero la llamada en el informe Meseta Trujillano-Cacereña ha logrado recortar distancias en cuanto a valor añadido, al crecer en el trienio analizado, 1999/2001, un 27%, casi dos puntos más que la comarca pacense.

Con ello, el peso de ambas zonas en el conjunto de la región se sitúa muy parejo, por encima del 19% y con una diferencia de apenas tres décimas.

Estas dos áreas económicas presentan, además, estructuras muy distintas. Así, la Raya Sur se decanta claramente por las actividades ligadas al sector de la construcción, que suman la quinta parte de su valor añadido total. Mientras, en la zona cacereño-trujillana, con ser también muy relevante la actividad ligada a las obras, el negocio se dispersa más, y apunta a sectores como el de la limpieza y conservación de edificios o la fabricación de conservas vegetales.

ALMENDRALEJO, A LA BAJA En la guía, que estructura la región en 19 comarcas, se coloca como tercera zona de importancia, aunque a siete puntos de distancia de las dos anteriores, a las Vegas del Guadiana, territorio que abarca el entorno de Mérida. Aquí, y descontada la constante de que el sector de la construcción es el de más peso en todas las comarcas, dada su relevancia en el conjunto regional, se introduce como segunda actividad de peso la del transporte de mercancías por carretera, seguida de la venta de automóviles.

Tras ésta estaría Tierra de Barros, con su centro en Almendralejo, y que parece ir perdiendo peso, ya que fue de las áreas importantes las que menos creció, con un 18,4%. Como empresas más relevantes --descontadas las obras-- se colocan aquí los fabricantes de motores y estructuras del metal y las firmas que elaboran vinos y brandy, como no podía ser de otro modo.

Tras la comarca almendralejense, La Serena, que también pierde algo de fuelle, y crece en el trienio de referencia un 20%. En esta zona, por supuesto tras las empresas vinculadas a las obras, tienen una fuerte presencia las conservas de frutas y un sector de extracción del granito en continuo crecimiento.

PLASENCIA Y JEREZ Muy cerca, y demostrando una gran pujanza, Plasencia y toda la zona del Jerte basan su fuerza en el sector de la construcción de manera clara. Así, los contratistas, las empresas de prefabricados de hormigón y las de revestimiento de suelos copan nada menos que el 47% del valor añadido de toda la comarca.

En el polo opuesto, y no sólo geográficamente, la Sierra del Sur, esto es, el entorno de Jerez y Fregenal, relega hasta la cuarta posición en cuanto a peso económico al ladrillo , y deja patente el impacto de empresas como Mafresa, Cristian Lay o Siderúrgica Balboa, ya que son los sectores con ellas relacionados --fabricación de embutidos, joyería y fundición del acero-- los que copan el 53% de la actividad.

Tras las siete grandes , se desgrana el resto de zonas económicas, cuyo peso es muy inferior. Así, las ya analizadas suponen nada menos que el 83% de la actividad empresarial de la región en términos de ingresos, mientras las doce restantes suman apenas el 17%. Con todo, cabe destacar el esfuerzo de comarcas como Las Hurdes o Los Ibores, que, partiendo de muy abajo, experimentan crecimientos del 35,5% y 29,1% respectivamente.