En el aeropuerto de Badajoz la actividad de ayer podía ser la de cualquier otro domingo: llegaron dos vuelos, uno de Madrid (con 9 pasajeros) y otro de Barcelona (con 45 viajeros) casi a la misma hora (a las 19.45 y a las 19.55 horas respectivamente) y salió uno con destino a la Ciudad Condal a las 20.20 horas, con solo veinte minutos de retraso. Pero en el ánimo de los que se marchaban y de los familiares que aguardaban a los que tenían que llegar reinó durante todo el día la incertidumbre por la posibilidad de que sus planes se viesen truncados.

En Badajoz se anularon tres vuelos el viernes y el sábado. En el único previsto ayer domingo, hacia Barcelona, viajaban 25 pasajeros y casi la mitad tenían que haber llegado a su destino el día anterior. Se arriesgaron a cambiar el vuelo y acertaron.

Fue el caso de Angela Ortés, que tenía programado salir el sábado hacia Barcelona a las 11.50 horas. Le ofrecieron cambiar para ayer y "aunque a esa hora estaba todo muy negro" lo hizo. Petri Ponce esperaba tranquilamente la salida de su vuelo a Barcelona, donde iba por viaje de placer. Viajaba en la fecha previsto pero no ocultaba haber sentido "cierto temor porque ya teníamos todo preparado para salir". También Teresa Cruz tenía previsto volar ayer domingo a Barcelona porque le salía mejor de precio, pero durante todo el día no pudo confirmar si salía el vuelo y tuvo que acercarse con antelación al aeropuerto, donde se lo confirmaron.

Sí que sufrió bastante Francisco Pineda, un armador de barcos afincado en Gabón de origen extremeño que tenía que estar "de urgencia" el sábado a las 21.30 horas en Badajoz por un asunto familiar. El vuelo desde Barcelona debía salir a las 9.30 de la mañana, pero a las 12.15 lo cancelaron. "El problema es que nos deberían haber avisado antes pero la falta de comunicación del Prat era inconcebible". Llegó a Badajoz por sus propios medios tras recorrer 10.000 kilómetros y ayer volvió a Barcelona. "Pero hasta que no llegue estoy temiendo".

Paco Lallave, de Almendralejo, llegó en el vuelo de Madrid procedente del Caribe, donde tuvo problemas porque se anularon los vuelos de Iberia, pero cambió a otra compañía y regresó en la fecha prevista.

En el aeropuerto también estaba Fernando Castejón, que había perdido una maleta en Barajas, donde se quedaron "atrapados" en su viaje de Murcia hasta Badajoz. Ayer la encontraron. Josefa Guisado tenía que haber llegado desde Barcelona a Badajoz el sábado "pero aquello fue un caos" y se vino ayer. En su mismo vuelo viajó Sandra, que tenía vuelo para el viernes y hasta que no embarcó ayer no llamó a su familia, que la esperaba ansiosa para verla por primera vez embarazada.