Una de las características que define a los jóvenes extremeños es la baja tasa de emancipación. Según los últimos datos del Observatorio de la Juventud, sólo cuatro de cada diez extremeños de entre 18 y 34 años se han independizado de sus padres. Una situación que, de acuerdo con el informe de este organismo, se debe a "las precarias condiciones laborales de los jóvenes, reflejadas en una elevada tasa de paro (19,4%) y un alto índice de temporalidad (52,4%)".

De los 262.522 jóvenes censados en la región en el 2005, sólo 102.000 estaban emancipados. De ellos, prácticamente la mitad eran mayores de 30 años.

De los 150.000 que estaban ocupados, menos de la mitad (60.400) lo hacían con un contrato indefinido y otros 66.500, con uno temporal. De estos últimos, más del 60% tenían una duración inferio a un año.

Al margen de los 41.600 jóvenes que seguían estudiando, más de 70.000 cuenta con estudios superiores (universitarios o ciclos superiores de formación profesional).

El salario medio de los extremeños de entre 18 y 34 años con un contrato en vigor es de 1.040 euros mensuales (12.485 al año). Sin embargo, la cantidad varía según los grupos de edad. Así, mientras los menores de 24 años cobran una media de 882 euros, los mayores de 30 llegan a percibir 1.128 euros.

El sector que da empleo a un mayor número de jóvenes es el comercio (29.377), seguido por la construcción (22.293). En cuanto a los puestos de funcionariado, el pasado año había 12.516 jóvenes trabajando en las Administraciones públicas. En agricultura había 14.114, en industria manufacturera eran 17.400 y en la hostelería, 10.000.