LO MEJOREl esfuerzo inversor en infraestructuras y tecnología, así como el incremento de actividad quirúrgica reduciendo la dependencia de los conciertos con clínicas privadas. También, la normalidad con la que se ha llevado el proceso de cambio en la gestión sanitaria.

LO PEORLas listas de espera en general y, sobre todo, en especialidades como Traumatología, que se achacan a la escasez de traumatólogos y anestesistas. La cantidad de pacientes que aún esperan más de dos meses para un diagnóstico y más de tres para operarse.