La banca española no ha endurecido los criterios de concesión de créditos pese al "notable deterioro" de las condiciones para conseguir financiación en los mercados y de las nuevas exigencias de solvencia impuestas por el Gobierno y la Unión Europea, que se temía que podían afectar a los préstamos. Así se desprende de la última Encuesta sobre préstamos bancarios elaborada por el Banco de España, correspondiente al segundo trimestre de este año, que revela que los nuevos requisitos normativos impuestos a las entidades financieras "apenas habrían influido sobre las condiciones de concesión de préstamos".

"El efecto declarado por las entidades es muy pequeño, exceptuando el segmento de grandes empresas, en el que sí habría tenido un impacto contractivo algo más acusado", señala el supervisor de la banca española. Este informe, en el que toman parte diez instituciones financieras españolas, también recoge un "un ligero endurecimiento" de las condiciones en los préstamos para la compra de vivienda, una circunstancia que obedeció, se explica, al aumento de los costes de financiación "y a la menor disponibilidad de fondos para prestar, así como, en menor medida, al deterioro de las perspectivas relativas al mercado de la vivienda".

Por el contrario, la oferta de crédito para consumo y otros fines "se mantuvo sin cambios, a pesar de las mencionadas mayores dificultades para acceder a recursos externos de los encuestados".

Las entidades financieras españolas han encontrado, se detalla, más dificultades que las europeas para conseguir financiación en el segundo trimestre del año. Además, para el período de julio a septiembre, esperan un "deterioro adicional" para captar recursos en los mercados, aunque de menor intensidad que en el segundo trimestre del año. En cualquier caso, las entidades españolas prevén mantener hasta septiembre los criterios actuales por los que se rigen para conceder préstamos a las sociedades y los hogares.