Las dificultades de financiación por parte de las entidades bancarias ha dejado de ser el principal problema que limita la actividad de las empresas extremeñas, aunque casi la mitad de ellas asegura tener problemas para financiarse. Y es que la crisis actual es, con diferencia, el escollo fundamental para que los empresarios desarrollen su trabajo y así lo reconocen un 45,5%; mientras que la falta de liquidez por no tener financiación es el factor más problemático para casi el 11%. En medio, el aumento de la morosidad, como destacan el 22,5%; y la debilidad de la demanda (12%). El aumento de la competencia, las barreras del mercado y la falta de mano de obra son otras causas con menor incidencia a la hora de desarrollar la actividad empresarial.

Así lo pone de manifiesto el Barómetro Empresarial de Extremadura realizado por la Junta en 777 empresas de la región. Sin embargo, y pese a que las entidades financieras parecen haber abierto el grifo , aunque no del todo, casi la mitad de las empresas consultadas (el 43,1%) asegura que tiene problemas para financiarse. Dentro de este grupo, el coste elevado de la financiación externa y, sobre todo, los problemas de liquidez por falta de pago de clientes son las mayores trabas.

A este respecto, esa falta de dinero por parte de muchas empresas en la comunidad autónoma es achacable a que se han incrementado los retrasos del pago de los clientes a lo largo del pasado año. Un 55,1% de los empresarios encuestados así lo confirman, mientras que casi el 40% asegura que todo sigue igual y solo un 0,6% reconoce que los pagos se han agilizado.