Ha pasado casi una década desde que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria llevara a la quiebra al sector de la construcción y paralelamente al financiero. Las promociones se quedaron sin compradores y sin crédito, las entidades cortaron la financiación y los impagos de hipotecas comenzaron a multiplicarse en la misma proporción que los expedientes comenzaban a amontonarse en bancos y cajas.

Junto a las viviendas de particulares, y ante la imposibilidad de construir o de colocar las construcciones, los bancos comenzaron a absorber cientos de pisos y se convirtieron en las grandes inmobiliarias que aún hoy son. De hecho, solo en Extremadura, las principales entidades del país tienen aún entre sus activos más de 1.100 viviendas a la venta y su stock no cesa de crecer, porque siguen incorporando viviendas por impagos de los créditos.

Si algo une a todas webs de los bancos que comercializan los activos inmobiliarios son las campañas de grandes descuentos con las que buscan desprenderse de la bolsa de viviendas que mantienen inmovilizada.

No son tan agresivas como las que había años atrás, pero no faltan y van cambiando periódicamente. Por ejemplo, Altamira (que comercializa las viviendas del Banco Santander) ofrece un paquete de viviendas nuevas y de segunda mano con descuentos más atractivos; Anida (la inmobiliaria del BBVA) permite en la mayoría de los casos realizar una oferta por la vivienda o bien elegir en una selección de activos un garaje o trastero por la compra de un piso; Servihabitat (la comercializadora de los activos de CaixaBank) cuenta con una selección de oportunidades tanto en obra nueva como en segunda mano y otro lote con descuentos del 35%, y Casaktua (comercializadora de Banesto) acaba de poner en marcha una promoción de Navidad, con una selección de mil viviendas con descuentos del 25% de media.

Desde 2015/ Son los coletazos del boom en la compra de este tipo de inmuebles, que se ha notado especialmente desde finales de 2015, cuando se han conjugado las condiciones idóneas: los bancos se han abierto a negociar precios y los compradores disponían de crédito para la compra.

«Ahora los bancos ya sí negocian, porque lo que queda es bastante poco y es menos atractivo también; los mejores pisos ya se han vendido», dice Lola Olivera, agente de la inmobiliaria Multigestión Extremeña. Además de los pisos del mercado ordinario, disponen entre las existencias que ofertan a sus clientes con pisos de varios bancos, al igual que hacen el resto de inmobiliarias generalistas. Y, asegura, «son los más demandados», porque sus precios son más atractivos y porque en este tipo de inmuebles los bancos garantizan en muchos casos la financiación de hasta el 100% del valor catastral o de tasación, mientras que en un piso que no sea del banco el máximo es del 80%.

Por la información disponible en cada uno de los portales de las inmobiliarias de los bancos, Caixabank es la que más activos disponibles tiene en venta en la región, con 205 viviendas (128 en la provincia de Badajoz y 77 en Cáceres). Le sigue Casaktua (Banesto) con una bolsa de 180 viviendas, Anida (BBVA) con 169 pisos y casas, Mihabitans (Liberbank) con 118 activos inmobiliarios, Solvia (Banco Sabadell) cuenta con 87 viviendas, Aliseda Inmobiliaria (Banco Popular) dispone de 83 y Altamira (Santander) cuenta con 47. Por encima de todos ellos está, en todo caso, la Sareb (el conocido como banco malo que concentró los activos inmobiliarios de las entidades nacionalizadas como BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco- Banco Gallego y Banco de Valencia) que cuenta con 290 viviendas a la venta en Extremadura, de las que 182 están en la provincia de Cáceres y 107 en la de Badajoz. Eso en cuanto a recursos habitacionales, pero junto a ellos, todos los bancos disponen también de otro tipo de activos entre plazas de garaje, trasteros, locales, oficinas, naves industriales e incluso fincas o parcelas urbanas.

Atractivo por el precio/ «Queda menos stockaje, pero sigue quedando», afirma Francisco Marroquín, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Cáceres. A su juicio no es que este tipo de pisos sean más atractivos «sino que el precio puede hacer que sean atractivos para un tipo de comprador. Pero el consumidor demanda un tipo de producto que se acomode a su presupuesto y a las características que busca», dice el representante de los API cacereños.

Hasta le año 2015 la venta de este tipo de viviendas estuvo marcada por la abundancia de grandes chollos, aunque el miedo de los compradores servía de freno. Sin embargo, a finales del año pasado la situación comenzó a cambiar, la confianza de los compradores creció y los bancos comenzaron a lanzar ofertas sobre promociones de pisos nuevos (los que más interés generan) con importantes descuentos.

Y hay un tipo de comprador que se está lanzando a estos pisos, según afirma Carlos Rueda, director de la Zona Sur del portal inmobiliario Idealista.com: «Son grandes o pequeños inversores que quieren comprar vivienda para ponerla en alquiler y saben que con la vivienda de banco tienen margen para bajar el precio», dice.

De hecho, los bancos tienen prisa por desprenderse de estos activos porque Europa les ha dado hasta 2017 para hacerlo, (algo que es poco probable que se cumpla) y que esta motivando que las entidades creen inmobiliarias (con otro nombre) para traspasarles esos activos y borrarlos de sus balances.

«Pero hay pisos para al menos 10 años», señalan desde Viprés. La vivienda tipo tiene unos 90 metros, tres dormitorios, dos baños y garaje, tanto en propiedad vertical como en adosados de características similares. En las grandes ciudades, los principales parques están en las afueras, en los barrios de nueva creación: El Mirador de Cerro Gordo en Badajoz, el Junquillo en Cáceres y La Calzada o Nueva Ciudad en Mérida.

Cada vez menos/ El tamaño de la bolsa comienza a adelgazar especialmente en las principales ciudades y paralelamente la salida es cada vez más difícil, mientras que se concentra especialmente en pueblos. Son fundamentalmente pisos pequeños o que necesitan reforma. «Es lo que queda por vender y precisamente queda porque está en peor estado o porque no está bien ubicado», señalan desde Multigestión.

Otra variable es que muchos permanecen con precios fuera de mercado. «Hay que negociar y los bancos están dispuestos», advierten desde Viprés. De hecho, recuerdan que el precio sigue bajando en pisos de la banca mientras en el mercado general están estancados o tienden a subir por le tirón de ciudades como Madrid o Valencia donde ya están con precios al alza. En todo caso a este mercado aún le queda recorrido porque en el futuro tendrán que incorporarse la promociones en manos de los bancos paralizadas o a medio construir.