En medio de miles de banderas rojigualdas luciendo en los balcones de Badajoz, un rinconcito de la ciudad se convirtió anoche en el corazón de América. Un grupo de paraguayos residentes en la capital pacense se reunió para ver el partido de cuartos de final del mundial de fútbol, España-Paraguay.

Allí estaban Blanca, Isabel, Francisca, Tildo, Sandra... y la más risueña y animada, Isabel Ojeda, una paraguaya de San Lorenzo, a nueve kilómetros de la capital Asunción, que lleva cuatro años en España. Vino buscando un mundo mejor y aunque la felicidad completa no existe, la está encontrando.

Isabel trabaja como empleada de hogar en la casa de una familia pacense "que me trata muy bien. Son personas muy buenas. En Paraguay también hay trabajo pero quise encontrar un mejor nivel de vida".

La paraguaya animó a su país durante el choque, dejando claro que "no tengo nada contra España sino todo a favor, pero los orígenes pesan y siempre que juega mi país le deseo lo mejor".

Aunque el resultado final volvió a ser de 1-0, los amigos españoles de Isabel pronosticaron un 3-1 para España. "Eso no me dolía. Lo que menos me gustaba era que dijeran que Paraguay tiene menos equipo, aunque soy realista y sabía que era difícil ganarles".

Españoles más directos

Lo que más le ha sorprendido de su país de adopción es que "los españoles son muy directos y los paraguayos no. Aquí no dan vueltas para decir las cosas". Pero se ha adaptado rápido. Lo que más le gusta de España es la gastronomía. "La paella, el gazpacho y la tortilla de patatas están buenísimas".

Y lo más complicado ha sido el frío invierno, "ya que en nuestro país la temperatura es más cálida". Se siente agradecida a España, "que me ha dado trabajo, casa y muchas cosas más, aunque una tiene que esforzarse porque nadie te regala nada".

De los paraguayos, Isabel considera que "nos caracterizamos por la sencillez y la humildad. Es un país muy bonito y os animo a visitarlo. Encontraréis gente sencilla, cálida y hospitalaria".

Contacta telefónicamente con su familia, que le transmite alegría por el hecho de que Paraguay haya llegado tan lejos en el mundial, "y hayamos estado más unidos que nunca. Creíamos que podíamos eliminar a España porque no hay nada imposible. Se vio con las eliminaciones de Brasil y Argentina".

A Isabel no le sorprende la gran expectación que genera el fútbol en España y su exitosa presencia en las semifinales del mundial, "porque el fútbol en mi país también es así, pasión total. Une y te hace sentir triste o alegre y es un deporte muy bonito. En mi país soy del Olimpia y durante el partido animamos mucho, pero no pudo ser".

Su ídolo es Cardozo, el hombre que no pudo romper el muro de Casillas desde el punto de penalti y acabó inundado de lágrimas. Al final, no sonó el arpa con la armonía que le caracteriza. El mejor sonido del mundial lo ponen Xavi, Iniesta y compañía, música celestial entre ruidos de vuvuzelas.

Triunfó históricamente España con la ciudad de Badajoz celebrándolo por todo lo alto. No venció Paraguay, pero ellos sí. Se ganan el cariño de su país de adopción con trabajo, respeto e ilusión, no cada cuatro años sino cada segundo. Y esa es su mejor victoria.