La ausencia de fútbol de Primera División es una de las causas para que Extremadura responda a las visitas de la selección española como ninguna región del país, con una pasión extraordinaria y una cálida bienvenida que los jugadores ya no sienten en otras zonas de la geografía española, acostumbradas a la visita de los jugadores más grandes del planeta.

En estos benditos lares, al no haber estrellas ni tan siquiera algún meteorito perdido, salimos a la calle para ver en vivo a esos futbolistas idolatrados que seguimos a través de la caja tonta . La explosión de sentimientos y emociones es inmensa con Torres, Casillas, Villa y la tropa del triplete con Xavi y Puyol a la cabeza, como los más aclamados. Pero como los extremeños somos innovadores y nostálgicos, ayer en el aeropuerto de Badajoz se volvió a escuchar el grito: "Raúl selección". Albiol nunca se sintió tan aclamado. ¿O los cánticos no eran para él?

Cuando se apagan los miles de flashes que iluminan el histórico momento y las puertas del hotel se cierran, llega el momento de hacer un poco de caso a la prensa. Carlos Marchena, Cesc Fábregas y Xavi Hernández fueron la voz de la selección. A Cesc siempre le toca hablar en Extremadura, con uno del Barça y otro jugador más. En el 2006 en Badajoz, antes del España-Liechtenstein en el Nuevo Vivero, el centrocampista del Arsenal acompañó a Puyol y al defensa Antonio López, que con estos dos cracks al lado, solo le hicieron una pregunta. ¿Adivinan quién? Nadie le daba bola y había que intervenir...

Anécdotas al margen, esta magnífica afición extremeña merecería tener un equipo en lo más alto y ver habitualmente a los campeones de Europa. A ver si la próxima vez que vengan tenemos un Primera. Por soñar, que no quede.