Cultivar árboles para biomasa puede presentar importantes ventajas para Extremadura como una alternativa a los cultivos tradicionales existentes, porque puede enriquecer la tierra y aprovechar la que ya no es productiva para el consumo alimentario.

Con respecto al empleo, permite fijar la población al medio rural y generar mano de obra para el sector agrícola, que ha perdido un 12% de su contribución al PIB regional en el último lustro, según Foresta.

Con respecto al Medio Ambiente, cabe destacar que la biomasa es una energía limpia con balance ecológico neutro, ya que las emisiones de CO2 de la planta se contrarrestan con su secuestro por la plantación forestal de la que se abastece.

Por último, Foresta destaca que es la única energía renovable gestionable por el operador de la red, ya que la planta presenta un factor de carga superior a las 8.000 horas/año. Y además, todo el proceso de la obtención de energía se queda en Extremadura, ya que la materia prima, que en este caso son chopos, también se cultiva en la región.