Carolina Adriana Herrera, hija, musa y una de las tres herederas del imperio de la prestigiosa diseñadora venezolana, forma parte de la lista de jóvenes con más estilo de Nueva York. Desde hace unos años reside en Madrid, donde parece haberse adaptado a la perfección y donde ha encontrado el amor con el torrero Miguel Báez. Se confiesa una enamorada de la cultura mediterránea.

Licenciada en Bioquímica y en Biopsicología, ya ha dado sus primeros pasos en el cine con la producción del corto Maletilla sobre el mundo taurino. Comparte su gran afición por el celuloide con su trabajo como asesora en los departamentos de imagen y perfumería de Carolina Herrera, y es la encargada de presentar las nuevas fragancias de la firma familiar, la última, Chic , recientemente. También colaboró con la creación del perfume 212. Además, la joven ha tenido un negocio de moda en Los Angeles para dar salida a prendas de nuevos diseñadores. Una de sus cualidades más marcadas es la estricta defensa de su intimidad.