Los participantes en las concentraciones promovidas por el movimiento del 15-M han señalado al bipartidismo como uno de los males a extirpar para alcanzar lo que ellos denominan democracia real. Pues bien, si no quieres caldo, dos tazas. El mapa autonómico español salido de las elecciones de ayer parece anunciar que el bipartidismo, en efecto, ha desaparecido, pero no para dar paso a una mayor diversidad de opciones ideológicas en los puestos de gobierno, sino todo lo contrario: esta vez, el PP se queda con (casi) todo. Se diría que del bipartidismo se ha pasado al monopartidismo.

Estaba ayer en juego la composición de 13 parlamentos autonómicos. En ocho de ellos --Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y La Rioja--, los populares tendrán mayoría absoluta. En otros dos --Aragón y Canarias-- fueron el partido más votado y pueden aspirar a encabezar los gobiernos respectivos pactando con otras fuerzas. Restan tres: Navarra, Asturias y Extremadura.

REDUCTOS AMENAZADOS En la comunidad foral ganó UPN, partido que hasta hace poco era la marca del PP en Navarra y que aún representa a buena parte del electorado popular. En el principado, el PSOE fue el partido que recogió más sufragios, pero la plataforma electoral encabezada por Francisco Alvarez-Cascos obtuvo más escaños y, con el respaldo del PP, tiene franco el camino hasta el Gobierno regional. Se convirtió en la segunda fuerza. Y en Extremadura ganaron también los populares, pero se quedaron a un escaño de la mayoría absoluta, de forma que el socialista Guillermo Fernández Vara podrá conservar la presidencia de la Junta con IU.

Así, el poder autonómico del PSOE quedará circunscrito a la comunidad extremeña y a otros dos reductos que se verán sometidos a un asedio: Andalucía, comunidad que celebrará sus comicios el año que viene y donde la mayoría del PSOE está seriamente amenazada, y el País Vasco, donde Patxi López gobierna gracias a un pacto con el PP que podría saltar en función de las alianzas que se tejan en Euskadi tras las elecciones de ayer.

EL FRENTE MANCHEGO Ese es el balance de la jornada: un mapa azul con algo de color (virando a violeta) en las esquinas. Y ocupando una porción importante de azul, Castilla-La Mancha, la comunidad que populares y socialistas habían señalado como el frente decisivo. El triunfo ajustado (25 escaños contra 24) de la candidatura encabezada por María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, resume la jornada. En esa región, como en la canción de Abba, el ganador se lo queda todo. Ayer, en España, solo hubo un ganador: el PP.