Aunque la investigación judicial aún no ha comenzado, el primer ministro británico, Tony Blair, ya se ha declarado inocente en el caso Kelly. Blair negó ayer haber sido quien autorizara la divulgación de la identidad del científico, como fuente de la BBC.

El nombre del responsable, que traicionó el anonimato prometido a David Kelly por sus superiores, se ha convertido en uno de los puntos clave de la investigación del juez Brian Hutton. Las palabras de Blair, negando toda responsabilidad, colocan en una situación precaria al ministro de Defensa, Geoff Hoon.

CARTA CONFIDENCIAL

El Financial Times afirmó en portada que Hoon autorizó la estrategia para divulgar el nombre de Kelly. La identidad del científico fue confirmada por Pam Teare, director de comunicación del Ministerio de Defensa el 9 de julio. Un día antes, Hoon envió una carta confidencial al presidente de la BBC en la que había escrito el nombre de Kelly y preguntaba si la cadena pública podía confirmar que el experto era su informante.

Otro diario, The Independent , culpaba a Downing Street de haber identificado a Kelly, obligándole con ello al traumático interrogatorio ante la Cámara de los Comunes. En esta segunda versión, la responsabilidad recaería en Alastair Campbell, jefe de Comunicación de Blair.

Los miembros de la junta de directiva de la BBC no supieron que Kelly era la fuente de las alegaciones lanzadas contra el Gobierno hasta después del suicidio del experto. La revelación, difundida ayer en un comunicado, revierte parte de la responsabilidad de la crisis en el jefe de informativos, Richard Sambrook. Este había dicho a la junta que su contacto era un miembro de los servicios secretos. Kelly no trabajaba para esos servicios, pero su labor estaba vinculada a las tareas de inteligencia.