El reloj de la plaza Mayor de Cáceres marcaba las 19.15 horas cuando la sirena anti-aviación comenzó a gritar sobre un cielo repleto de mensajes pacifistas. En pocos segundos las bombas se precipitaron sobre 5.000 personas que fueron cayendo al suelo formando una imaginaria ola de horror.

Así terminó la manifestación de Cáceres, con un simulacro de bombardeo que pretendía demostrar las consecuencias de una guerra. Tras ello, aplausos, música y baile al compás de lemas por la paz.

Pero todo comenzó una hora antes en el paseo de Cánovas, desde donde partió una manifestación que contó con varios rostros conocidos del mundo del cine, miles de cacereños y una muñeca legionaria. Todo valía ayer en Cáceres para decir no a la guerra: disfraces, sombreros de copa, turbantes, timbales...

FAMOSOS DE CINE

En torno al quiosco de la música se concentraban una multitud de pacifistas que estuvieron encabezados por diversos personajes del mundo de la cultura extremeña, a los que se sumaron los directores de cine Fernando Trueba y Agustín Díaz Yanes, el presentador de televisión y crítico de cine Antonio Gasset y el actor José Coronado, que tuvo tanto éxito de público como la convocatoria de la manifestación.

Todos ellos, y la muñeca legionaria --portada por los componentes del grupo teatral La Botika--, se pusieron al frente de una manifestación cuya cola tardó una hora en llegar a la plaza Mayor entre gritos y cánticos en contra de una posible guerra, una jornada festiva por la paz a la que también se sumaron los invitados a una boda que se celebraba en la iglesia de San Juan.

Ya, en la plaza Mayor, la actriz cacereña Maruchi León fue la encargada de leer un manifiesto en el que se pidió la paz mundial y se exigió la no implicación de España en un conflicto por el que, aseguró, la paz y la seguridad del mundo estarían gravemente amenazadas.

Luego llegaron las bombas imaginarias, los muertos imaginarios y un largo aplauso por la paz desde Cáceres.