La coalición anglonorteamericana cambia de estrategia. Basora, la segunda ciudad de Irak con un millón y medio de habitantes, asediada desde el domingo por la Séptima Brigada Acorazada del Ejército británico, fue declarada ayer como "objetivo militar legítimo", a pesar de que hasta el lunes los mandos de la operación militar habían asegurado que no pretendían asaltar la localidad ya que carecía de importancia estratégica.

El portavoz de las fuerzas británicas en Kuwait, Chris Vernon, justificó ayer el cambio de estrategia en la necesidad de abrir camino a la ayuda humanitaria. Los habitantes de la ciudad llevan varios días sin suministro de agua y de luz, y numerosas ONG han advertido de que el lugar puede convertirse en escenario de una inmensa catástrofe.

Vernon proclamó además la intención de EEUU y Gran Bretaña de tomar Basora para neutralizar a las unidades militares y paramilitares iraquís que hostigan constantemente a sus tropas. Como primera medida, aviones del Reino Unido bombardearon la ciudad para debilitar la resistencia iraquí, aunque fuentes militares aseguraban que el ataque busca prestar apoyo a una revuelta popular contra las tropas de Sadam.

ENTRE LA POBLACION CIVIL

A media tarde, los servicios de espionaje británicos anunciaron que parte de la población civil, shiís tradicionalmente hostiles al régimen, se habían alzado en armas contra los militares que aún controlan la ciudad, pero nada de esto ha sido confirmado por fuentes independientes.

Vernon justificó el cambio de estrategia por la presencia de elementos aislados de la 51 División del Ejército iraquí, que supuestamente habían depuesto las armas nada más iniciarse las hostilidades, y de alrededor de un millar de fedayines que atacan constantemente para luego esconderse entre los civiles.

FEUDO PARAMILITAR

Según Vernon, la ciudad se ha convertido en una especie de cuartel para cerca de un millar de fedayines, un cuerpo de élite paramilitar compuesto por 40.000 hombres y fundado en 1995 por Udai Husein, el hijo de Sadam, cuya lealtad al régimen está garantizada. La presencia de fedayines "aterroriza" a los civiles de Basora, dijo.

Los británicos insisten en que no irrumpirán en el centro, lo que dispararía las bajas civiles, sino que "aprovecharán las oportunidades" para causar bajas al enemigo, en una operación "quirúrgica" con el fin de "separar" a los alzados en armas de los militares y paramilitares iraquís. Por lo pronto, dos soldados británicos han muerto en los combates.