La formalización de la renuncia de José Bono al frente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tras 21 años en el cargo y su nombramiento como ministro de Defensa abrió ayer el trámite parlamentario para la investidura del nuevo presidente regional, que previsiblemente será el actual vicepresidente, José María Barreda.

En una comparecencia para dar a conocer el escrito de dimisión, el presidente de las Cortes castellano-manchegas, Fernando López Carrasco, explicó que mantendrá en la próxima semana consultas con los grupos del PSOE y PP sobre las propuestas de candidatos a la presidencia de la Junta de Comunidades.

López Carrasco no agotará el plazo de 15 días previsto para este trámite, de manera que también en la próxima semana se convocará a la Junta de Portavoces y la Mesa de las Cortes regionales para presentar la propuesta de candidato y fijar la fecha del pleno de investidura.

El presidente de la Cámara anunció también que la próxima semana tomarán posesión de sus escaños, en un acto ante el presidente de las Cortes y no en pleno, Verónica López Seseña (PSOE), en sustitución de Bono, y Domingo Triguero (PP), ante la renuncia de la senadora Carmen Fúnez. Los dos nuevos diputados ratificarán luego en pleno su juramento o promesa como diputados.

DESPEDIDA DE MONTILLA Por otra parte, el socialista José Montilla se despidió ayer visiblemente emocionado como alcalde de Cornellá (Barcelona) y como presidente de la Diputación de Barcelona. La doble renuncia no es gratuita. En Madrid le está esperando la cartera de Industria, Comercio y Turismo en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero la de Montilla no fue una marcha en términos absolutos, ya que en su discurso de adiós se comprometió "a impulsar el municipalismo".