Extremadura está entre las regiones españolas con mejor balanza medioambiental si se atiende a la capacidad de los bosques para absorber la contaminación que se emite en forma de CO2, la principal fuente del denominado efecto invernadero .

Según un estudio realizado por la Fundación de Bosques y Cambios Climático --entidad que agrupa a distintos agentes del sector forestal, entre ellos el Colegio de Ingenieros Forestales y a las empresas forestales-- las masas arbóreas de la Comunidad Extremeña tienen capacidad para fijar algo más de 6,2 millones de toneladas de CO2, mientras que las emisiones totales de este gas en la región, a tenor de los informes regionalizados disponibles, son de 8,7 millones de toneladas por año.

Es decir, la capacidad de retirar contaminación ambiental que tienen los bosques extremeños cubre el 71,3% de lo que se contamina en todas las actividades, incluida la industria pero también el transporte, la agricultura, la ganadería, los servicios, etcétera.

Esta tasa de cobertura es muy superior a la media nacional, que se sitúa en el 44,7% --emisión de 416 millones de toneladas y capacidad para absorber 186,3 millones-- y es la quinta más alta del país. Sólo Navarra, cuyos bosques captan 15,7 millones de toneladas mientras la región emite 6,3 millones; Cantabria (absorción de 7,7 millones y emisión de 5,3) La Rioja (absorción de 2,8 millones y contaminación de 2,3 millones), y Galicia (donde los bosques fijan 37,4 millones de toneladas de CO2 y se emiten 38,9 millones de toneladas) superan el balance extremeño.

En el extremo contrario la peor situación se da en Valencia, donde las distintas actividades provocan la emisión de 30,2 millones de toneladas de CO2 mientras que sus masas arbóreas apenas absorben 2,7 millones. Esto supone una tasa de cobertura de menos del 9%. A Valencia le sigue Madrid, que emite 23,8 millones de toneladas más de las que fijan sus bosques, y su cobertura supera por poco el 11%.

En la zona intermedia, destacan los casos de Cataluña y Castilla y León, cuyos bosques cuadruplican en capacidad de absorción a los extremeños, pero que en cambio emiten siete veces más CO2.

PAGAR A LOS DUEÑOS En la presentación del estudio sobre capacidad de los árboles para fijar CO2, el presidente del Foro de Bosques y Cambio Climático, José Carlos del Alamo, apuntó que son las especies de rápido crecimiento las que más potencial de absorción tienen, y llamó a evitar la leyenda negra que pesa sobre especies como el eucalipto.

Así, comentó que para compensar las emisiones de un automóvil serían necesarios 2.000 metros cuadrados de pinos, mientras que si son hayas la superficie se amplía hasta los 4.000 metros cuadrados.

Por término medio, para fijar 20 toneladas de CO2 se necesitaría una hectárea de bosques.

Del Alamo también apuntó que es lamentable que los dueños de los bosques, que en un 70% son privados, no sean compensados económicamente por el hecho de contribuir a que disminuya la contaminación, y razonó que "si los que emiten carbono están pagando por ello, es lógico que los que lo fijan cobren". Como propuesta a estudiar apuntó a la posibilidad de que se establezca un pequeño canon en el consumo de agua que se destinaría precisamente a financiar la gestión de los bosques.

Además, abogó por incrementar el uso de la madera como material de construcción en sustitución del acero y el hormigón, ya que esto fomentaría la forestación de tierras, y el carbono que fijen esos árboles quedará retenido aunque sean talados para su utilización.

En este caso también deberían establecerse mecanismos de compensación para quienes opten por estos materiales ya que estarían contribuyendo a que el CO2 quede para siempre fijado en la madera en vez de terminar vertiéndose a la atmósfera.

Respecto a esta cuestión, en las recientes jornadas sobre bosques y cambio climático organizadas en la Asamblea por la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y de Medio Ambiente, se incidió precisamente en que para alcanzar los objetivos del Protocolo de Kioto en España no deben dictarse medidas lineales de limitación de emisiones, sino obligar a los territorios que exceden su capacidad de absorción a reducir emisiones.

BALANZAS De este modo, se favorecería a las regiones que como Extremadura presentan un balance favorable para que desarrollasen su tejido industrial. En este sentido, en las jornadas se abogó por publicar las balanzas climáticas de las Comunidades Autónomas, y más teniendo en cuenta que en los últimos cuatro años (el informe del Foro de Bosques toma datos del 2004) en Extremadura se han plantado 67.000 hectáreas de bosques con lo que la capacidad de absorción se ha incrementado en 1,3 millones de toneladas, lo que supone que hoy por hoy en la región bien podría haberse superado la cobertura del 100% sobre las emisiones.

Estas balanzas climáticas resultarían especialmente importantes en un escenario en el que se revisan a la baja las asignaciones de derechos de emisión a la industria que podría lastrar el desarrollo en comunidades donde se está ahora generando actividad industrial.

A favor jugarían hechos como que según la evaluación realizada por el Ministerio de Medio Ambiente en el periodo 2005-2007, y en especial en el último año el total de industria española superó sus cuotas de emisión, lo que se atribuye a que "la caída del precio del derecho de emisión en la fase final del periodo unido a la imposibilidad de arrastrar los derechos a la siguiente fase, ha supuesto una falta de incentivo para la reducción de emisiones".

Si se tiene en cuenta que Extremadura presenta un balance favorable por las dos vías --capacidad para que sus bosques absorban las emisiones y no superación por las industrias de los derechos asignados, en contra de la tendencia general-- sería el momento, y así se ha hecho desde el Gobierno regional, de poner sobre la mesa que debe favorecerse a quien más hace por evitar el efecto invernadero y no incurrir en penalizaciones genéricas para todo el país.