Bruselas decide hoy el futuro del sector tabaquero y de las cerca de 25.000 familias extremeñas cuya economía depende directa o indirectamente de este cultivo. La capital belga es el escenario elegido para celebrar el Consejo Europeo de Ministros de Agricultura y Pesca, que entre hoy y mañana deben analizar y adoptar nuevas medidas sobre la política agraria de la UE. En la agenda oficial no aparece la situación del tabaco, pero los países productores van a hacer presión para tratar el tema y propondrán incluir este producto dentro de la Política Agraria Comunitaria (PAC), lo que supondría mantener las ayudas a su producción hasta el 2013.

Relacionadas

Con ese objetivo y para presionar a los ministros de Agricultura, la Unión Internacional de Tabaqueros (Unitab) ha convocado una manifestación que recorrerá las calles de Bruselas y que terminará con una concentración de más de tres horas frente a la sede del Consejo. La organización espera reunir a unos 6.000 agricultores y representantes del sector de los países productores (España, Italia, Francia, Polonia, Hungría, Rumanía, República Checa, Grecia o Alemania). Unos 500 serán extremeños que han viajado en tres aviones fletados por las cooperativas y organizaciones agrarias. Junto a los tabaqueros, participarán en la protesta responsables de sindicatos, industria transformadora, así como distintas delegaciones de instituciones públicas. Por parte de la Junta de Extremadura estará el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez, y el director general de PAC, Antonio Cabeza, y en representación de la Asamblea, viajan su presidente, Juan Ramón Ferreira y tres diputados regionales. También habrá una representación de las localidades tabaqueras, de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (Fempex) y de las diputaciones provinciales, entre otros organismos.

Prácticamente a la misma hora a la que comenzará la manifestación (sobre las 11.30), está previsto que el Parlamento Europeo emita su voto sobre la PAC. Esta institución ha propuesto en sus enmiendas incluir al tabaco en ese paquete y mantener las subvenciones al cultivo al menos hasta el 2013. Dado que los europarlamentarios ya han respaldado estas posiciones en votaciones precedentes, es previsible que también la aprueben en esta ocasión. No obstante su decisión no es vinculante, solo consultiva y política.

PUNTO DE APOYO Pero precisamente ahí reside una de las esperanzas del sector. El gobierno francés, que ostenta la presidencia de la UE, se ha comprometido a tener en cuenta en la toma de decisiones los planteamientos de la Eurocámara.

En el otro extremo, entre los obstáculos, está la firme oposición de la comisaria europea de Agricultura. Mariann Fischer Boel rechazó ayer de nuevo reabrir el debate y recordó que el tabaco "no forma parte" de la PAC. No obstante, señaló que podría haber soluciones alternativas para "amortiguar los efectos de decisiones ya tomadas".

La comisaria siempre se ha mostrado intransigente y partidaria de que la OCM del tabaco cumpla el calendario establecido. Es decir, a partir del 2010 finalizarán las ayudas vinculadas a la producción --en España, los agricultores perciben el 60% del dinero por producir tabaco y el resto queda como apoyo a la renta independientemente de que cultiven o no--; y en su lugar se desviará a desarrollo rural la mitad de los fondos que ahora van al tabaco, y la otra mitad se dará al agricultor por explotación o superficie, aunque cultive otro producto o nada.

En el sector confían en que la negociación y la presión de los países productores pueda dar sus frutos. Una de las posibles vías de solución sería que la comisión permitiera a los gobiernos redestinar a los tabaqueros, y hasta el 2013, las cuantías que a partir del 2010 se desviarán a desarrollo rural, algo que la actual OCM impide. De esta forma, además, Fischer Boel vería intacto su prestigio.

LAS AYUDAS, VITALES El sector tabaquero considera fundamental las ayudas para mantener el cultivo. Según Tomás Sánchez Várez, presidente de Unitab, producir un kilo de tabaco cuesta al agricultor unos 2,70 euros. Pero la industria transformadora solo paga por él 0,64 euros. El resto, hasta acercarse a los tres euros el kilo se logra gracias a las subvenciones europeas.

Pero hay más argumentos, sin estos fondos y con los precios que ofrece la industria, el cultivo no será rentable. Muchos productores dejarán el cultivo y, ante la falta de alternativas, incluso la agricultura, con el impacto que eso supondría para el empleo en el actual contexto de crisis --según UGT, genera 1,6 millones de jornales en la región--. También podría originar el cierre o la reestructuración en la industria --Cetarsa o Altadis-Palazuelo, por ejemplo, con unos mil empleados en total--, ya que se perdería el suministro directo de la materia prima. El sector también cree que, ante la falta de trabajo, muchas familias tendrían que emigrar y se produciría un éxodo en estas zonas rurales. Esto supondría un duro impacto para la economía regional, y en concreto para la provincia de Cáceres y los municipios productores, que podrían ver mermada los ingresos en otros sectores, especialmente en los servicios.

En este sentido recuerdan que en países donde se ha desacoplado toda la ayuda, como Grecia, la producción casi ha desaparecido y entre el 2005 y el 2006 el sector perdió el 70% de los puestos de trabajo temporales y la mitad de los fijos. En España, según los datos facilitados por la Consejería de Agricultura, la cifra de titulares de explotaciones con cuota se ha reducido de 5.200 a 2.500 desde el 2005 --año de entrada en vigor de la OCM--, la superficie cultivada ha menguado de 12.100 a 9.800 hectáreas y la producción contratada ha caído de 40,5 millones de kilos a 33,6. En este sentido hay que tener en cuenta que Extremadura produce el 93% del tabaco español y que, según Unitab, los ingresos directos o indirectos de más de 100.000 extremeños podrían verse afectados por esta decisión.