El Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) cortó ayer por lo sano al aplazar hasta el 19 y 20 de abril el acuerdo sobre la reforma de los sectores del algodón, tabaco y aceite de oliva, éstos dos últimos de gran importancia en Extremadura. La situación de interinidad que viven los Gobiernos de España y Grecia --acaban de celebrar procesos electorales que han supuesto un cambio de partido en el poder-- y los comicios regionales en Francia han llevado a los ministros a aplazar la cuestión al haber "constatado" las dificultades para el acuerdo en el Consejo de Agricultura que se celebra en Bruselas.

En líneas generales, la Comisión Europea ha propuesto --en sintonía con las reforma de la Política Agrícola Común (PAC) del 2003-- la sustitución de las ayudas directas a los agricultores, que ahora son proporcionales a la producción, por un pago fijo basado en referencias históricas. Este pago estaría desvinculado total o parcialmente de la producción de la explotación, según el cultivo. La Comisión Europea propone pero son los Estados --a través de los ministros-- los que deciden. Según Efe, Bruselas justifica también el aplazamiento en que los debates técnicos no están maduros por la oposición que plantean los países productores: España, Francia, Grecia, Italia y Portugal.

64.000 AFECTADOS Las reformas que más afectan a Extremadura son las del olivar --hay 60.000 perceptores de ayudas a la producción de aceite-- y sobre todo del tabaco, pues en la región existen en torno a 4.000 cultivadores (el 90% del total nacional). El algodón no se cultiva en Extremadura y se concentra sobre todo en Andalucía (véase gráfico). En el caso del aceite de oliva, el sistema actual de ayudas a la producción dejó en el 2003 en manos de los oleicultores en torno a un euro por kilo producido, una vez descontada la penalización por sobreproducción.

La Comisión quiere sustituir este marco por otro en el que el 60% de la ayuda se convierta en pago fijo desvinculado de la producción y el restante 40% lo repartan los Estados conforme a su criterio. España defiende que sea el 90% el que transforme en pago único, lo que beneficia sobre todo a los olivares intensivos de Andalucía, ya que el importe se calcularía sobre la base de las ayudas recibidas en los últimos años. En el olivar extremeño abundan las explotaciones marginales, de cosecha limitada, con lo que el nuevo sistema haría pervivir indefinidamente las desigualdades regionales.El caso del tabaco es el más peliagudo, puesto que las posiciones de la Comisión Europea --respaldadas por el bloque de países nórdicos-- están muy alejadas de lo que defienden los Estados productores. Sólo Extremadura cultiva más del 10% del tabaco de la UE y las subvenciones --en torno al 85% de los ingresos de los productores-- son clave para la supervivencia del sector.

Bruselas propone liquidar el sistema actual y establecer una ayuda fija que no obligaría a producir tabaco. España propone mantener el 70% del importe condicionado a la cosecha. La decisión de aplazar el debate prolonga un mes más la incertidumbre de los tabaqueros.