Dos personas han perdido la vida después de un brutal atropello en la Nacional 110, carretera que cruza el Valle del Jerte, y que comunica une Plasencia con Avila. El accidente, ocurrido sobre las diez de la noche del domingo, sucedió cuando Agustín Pérez Arias, de 75 años, cruzaba la carretera, como hacía habitualmente, para tirar la basura en los contenedores situados enfrente de su chalé. En ese mismo momento, Ignacio García Martín, de 41 años, circulaba con su moto en ese punto y no pudo evitar el atropello por la mala visibilidad de la zona y porque el peatón no llevaba el chaleco reflectante reglamentario.

Ambos resultaron heridos de muerte en la colisión, en la que la moto siguió circulando unos 200 metros cuando su conductor ya había caído.

Se trata de un punto situado a unos quince kilómetros de Plasencia, en el que la velocidad está limitada 70 kilómetros por hora y donde hay un cruce que confluye justo en la curva, de bastante peligrosidad. Es en el kilómetro 390-600 de la N-110, en término municipal de Casas del Castañar. Un poco más adelante hay un límite a 50 kilómetros hora, donde están situados numerosos chalés y tres establecimientos hosteleros, que son La Pradera del Valle del Jerte, El Mesón Tío Antonio y El Regino. En ese punto, las entradas desde la carretera nacional a estos establecimientos y las casas vecinas desde la carretera están en mal estado y con poca visibilidad.

El 112 recibió una llamada informando sobre este incidente sobre las 22.05 de la noche. Aunque en un principio se dijo que fue una colisión entre un turismo y una moto, al llegar al lugar de los hechos se confirmó que en realidad había sido un atropello por parte de un motorista a un peatón, que perdía una de sus piernas, a causa del fuerte impacto. Hasta el punto donde sucedió el accidente llegaron dos ambulancias del 112 y otra de la Cruz Roja. También acudieron varios agentes de la Guardia Civil, que solo pudieron certificar la muerte de los dos hombres.

Agustín Pérez Arias, de 75, era residente de uno de los varios chalés que están situados en ese tramo, que pertenecen al término municipal de Casas del Castañar, aunque él era placentino. Estaba casado y era padre de dos hijos, y cómo solía hacer, salía a tirar la basura en los contenedores que hace un tiempo habían colocado enfrente de su casa, para uso de los vecinos de la zona. Dada la asiduidad con la que hacía este corto trayecto, se confió y no llevaba chaleco reflectante, que sería lo más indicado para andar de noche por una carretera nacional.

Ignacio García Martín era un placentino de 41 años y tenía una hija. Residía en un chalet próximo a Casas del Castañar, a poca distancia de donde sucedió el accidente, conducía su moto de carretera de cilindrada media y venía de un cruce situado en una curva en el que la visibilidad es pésima, donde ya han sucedido otros siniestros, pero él conocía bien al vivir por la zona, ya que su familia procedía del pueblo más cercano.

El del domingo no ha sido el primer accidente en ese cruce, considerado ya un punto negro de tráfico por parte de los vecinos de la zona, que no se acostumbran a las locuras que pueden llegar a hacer algunos conductores. Además, entre los vecinos consideran este cruce un punto negro de la N-110, donde se cuentan ya tres accidentes en lo que va de año, aunque nunca tuvieron la gravedad de éste último. Los vecinos esperan que a partir de ahora las cosas cambién y se puedan acometer mejoras en la carretera, de señalización, iluminación y visibilidad para que este tipo de accidente no vuelva a suceder.