Melchor, Gaspar y Baltasar llenaron ayer por la tarde Mérida de magia e ilusión. Fieles a su cita, Sus Majestades recorrieron las calles de la capital autonómica en el desfile más austero de los últimos años, pero también el más multitudinario. Finalmente fueron 12 las carrozas que participaron en la comitiva real, que partió puntual de la rotonda de Las Tres Fuentes en dirección a la Plaza de España. Los Reyes repartireron más de 3.500 kilos de caramelos y además entregaron personalmente a los niños de las familias sin recursos cerca de 200 juguetes recaudados en el último mes en varias acciones solidarias organizadas por Cruz Roja.

La cabalgata partió a las seis de la tarde de la Urbanización Proitinsa y recorrió la Avenida Juan Carlos I, Extremadura, la calle Almendralejo y el Paseo de Roma hasta la Plaza del Rastro, donde Melchor, Gaspar y Baltasar abandonaron sus carrozas pasadas las nueve de la noche para ocupar los tres tronos colocados en la Plaza de España ante la mirada atenta y la emoción de miles de niños. Pese al recorte presupuestario que ha sufrido la cabalgata este año, los 12 colectivos que han organizado las carrozas (las asociaciones folclórica y de vecinos de La Antigua, San Agustín, Santa Catalina, Juan Canet, María Auxiliadora, Nueva Ciudad, San Albín, Los Danzarines Emeritenses, Carnaval Romano y Los Lorolos, junto a seis pasacalles) consiguieron que los más pequeños vivieran unas horas mágicas. La Cenicienta, Pocoyó, la Abeja Maya, un bosque de ilusión o los piratas de la Isla del Tesoro son algunos de los motivos que han mostrado las carrozas.

Pero este año además de caramelos, Sus Majestades también han repartido regalos: Melchor, Gaspar y Baltasar se han encargado de llevar personalmente y los juguetes recaudados en diversas acciones solidarias a más de 170 niños pertenecientes a familias sin recursos. Tras la cabalgata, los Reyes llevaron los regalos, recabados por Cruz Roja, a cerca de un centenar de hogares emeritenses en riesgo de exclusión social.