ZUBEIR. En una imagen que evoca el fin de la Unión Soviética y la subsiguiente eliminación de los símbolos que caracterizaron su régimen, ingenieros británicos del 25º Escuadrón decapitaron ayer la estatua de cinco metros de Sadam Husein en Zubeir. La diferencia radica en que las efigies de Lenin no las derribaron militares extranjeros, sino una revuelta popular. FRANCESC LAUSIN