El Consejo de Administración de Caja Extremadura autorizó ayer por la tarde el inicio de conversaciones con Cajastur y Caja Murcia con vistas a su integración en un futuro Sistema Institucional de Protección (SIP), una unión a la que podrían sumarse otras entidades.

Desde Caja Extremadura se informó ayer en un comunicado que el Consejo de Administración había acordado "por unanimidad participar en los grupos de trabajo constituidos con la finalidad de avanzar en la consecución de un proyecto de integración de varias cajas de ahorros, que está previsto se estructure en torno a un SIP", si bien no se precisó de qué entidades concretas se trata. Sin embargo, diversas fuentes consultadas por este diario confirmaron que en principio serán Cajastur y Caja Murcia con quien se entablen negociaciones, e incluso mencionaron la posibilidad de que también Caixa Penedés participe en esta fusión fría .

Por su parte, desde Cajastur se limitaron a decir que "seguimos trabajando en nuestra integración con Caja Castilla-La Mancha (CCM), aunque continuamos abiertos a todas aquellas posibilidades que sean positivas y que surjan en el marco del proceso de reestructuración del sector".

El pasado jueves, tras aparecer las primeras informaciones que apuntaban a contactos entre Caja Extremadura y Cajastur, el presidente de la entidad extremeña, Víctor Bravo, dijo no poder "confirmar nada". Reconoció que se habían llevado a cabo contactos "con grupos de cajas" con el fin de poner en marcha un SIP, pero no quiso entrar en detalles. "Algunas cajas piden confidencialidad", argumentó entonces el presidente de Caja Extremadura, que hoy por la mañana dará detalles, junto a su director general, Miguel Angel Barra, sobre el acuerdo alcanzado ayer.

Las fusiones frías permiten la creación de un grupo económico en el que normalmente se integran los negocios de las entidades y se centralizan las políticas financieras, de solvencia y riesgos, pero que hacen posible respetar la marca de cada institución en su territorio. En este sentido, el comunicado remitido por Caja Extremadura afirma que el acuerdo "aportará ventajas muy significativas compatibles con un amplio nivel de autonomía de las entidades que lo integren, para poner en valor la singularidad de cada Caja, con un modelo de gobierno equilibrado e integrador, respetando el protagonismo e identidad de cada entidad".

Sin embargo, fuentes sindicales de la entidad extremeña mostraban ayer su desconfianza hacia este tipo de uniones porque lo que se crea "tiene ficha de banco", lo que podría hacer peligrar la peculiar naturaleza social de estas entidades financieras. "Puede ser un primer paso para, en tres o cuatro años, cargarse las cajas", apuntaron estas fuentes, que resaltaron el "vacío legal" y "la anomia" que existe en relación a los SIP.

La Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) ha demandando en varias ocasiones al Gobierno una reglamentación clara sobre los SIP, para así acelerar estos procesos de fusión. Sin embargo, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, advirtió hace apenas una semana que estos sistemas "no requiere una reforma sustancial en su funcionamiento".

PRIMER GRAN GRUPO El primer gran grupo de cajas de ahorros de diferentes regiones que se ha decidido por esta opción ha sido Banca Cívica. Liderado por Caja Navarra y CajaCanarias, en este proyecto también participa Caja de Burgos. Se convertirá en la sexta caja española por tamaño y la quinta por resultados. Caja Avila y Caja Segovia también estudian participar en esta iniciativa.