Las cajas de ahorro le han comido el terreno a los bancos en la región. En los últimos cinco años se han creado 149 nuevas oficinas en Extremadura, todas ellas pertenecientes a cajas de ahorro (91) y cooperativas de crédito (48), mientras que los bancos han visto reducida su red de sucursales en 51.

El último informe económico de La Caixa indica que durante este periodo en la provincia cacereña se crearon las mismas oficinas que se cerraron, un total de 38. De los nuevos establecimientos 31 eran cajas de ahorro y 7 cooperativas, mientras que todas las que desaparecieron eran sucursales de bancos. Por su parte, en la provincia de Badajoz comenzaron a funcionar 101 nuevas oficinas --60 cajas de ahorro y 41 cooperativas--, mientras que desaparecieron 13 sucursales bancarias.

Desde La Caixa atribuyen el descenso del número de oficinas de bancos al resultado de las fusiones que se han llevado a cabo en los últimos años, mientras que, aseguran, las cajas se han expandido y han cubierto con creces la reducción de estas oficinas.

LA RED

La región cuenta con 1.142 sucursales, según los datos del Banco de España a cierre del 2002, de las que 590 pertenecen a cajas de ahorro, una cifra que supone el 51,6% del total, mientras que los bancos cuentan con 424 oficinas, el 37,1%, y las cajas rurales disponen de 128, un 11,3%. Hace una década los porcentajes eran distintos, los bancos poseían el 49% de la red, por encima de las cajas de ahorro que se situaban tres puntos porcentuales por debajo y a distancia de las cooperativas cuya cifra no llegaba al 5%.

Pero los bancos no han perdido sólo en presencia física en la región, también ha disminuido su inversión crediticia, en favor, nuevamente, de las cajas de ahorro. En este sentido, los créditos concedidos por las entidades financieras en Extremadura superan los 8,5 millones de euros (1,4 billones de pesetas), de ellos, el 51,7% pertenece a las cajas de ahorro, el 42,3% a los bancos y el 5,9% a las cooperativas de créditos.

Unas cifras, pues, que también han sufrido un vuelco, ya que hace poco más de cuatro años la banca controlaba más de la mitad de la inversión crediticia de la comunidad extremeña, el 50,6%, mientras que las cajas de ahorro se mantenían en un 44,3% y las cajas rurales en algo más del 5%.

Este parón de los bancos que operan en la región --a excepción de Banca Pueyo, una entidad con capital extremeño que continúa abriendo sucursales en la comunidad--, ha posibilitado también que cajas de ahorro de otras regiones se fijen en Extremadura, principalmente a través de la financiación de promociones de viviendas.