En la Unión Europea la tasa de abandono escolar está en el 15,6%. En España, la media es del 31,7% y dentro de España, Extremadura es la tercera región con el índice más alto de abandono de los estudios, al situarse su tasa en el 41,7%. Estos datos, según el Marco Estratégico Nacional de Referencia del periodo 2007-2013, "mueven a la alarma".

Según el documento, la alta tasa de jóvenes que dejan los estudios apenas completan la secundaria --o a veces ni eso-- y que en Extremadura se sitúa en el 51,7% de los varones y el 31,6% de las mujeres, es "uno de los principales problemas para la competitividad de cara al futuro".

La Comisión Europea, en su análisis, abunda en el bajo nivel de instrucción de la población española, y particularmente en regiones como Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia, Andalucía, Murcia y Canarias, e indica que esta situación "lleva a albergar serias dudas respecto de la calidad de la educación impartida".

Este déficit de capacitación del capital humano provoca, según el documento, que el ritmo de convergencia hacia la media comunitaria esté ralentizándose. Por ello, recomienda a España que, dado que las competencias en Educación están transferidas a las comunidades autónomas, se implanten "controles de calidad" homogéneos para hacer que los resultados de las distintas regiones sean similares, y sentencia: "El sistema educativo no responde con eficacia a las necesidades planteadas por la economía".

Respecto a la incidencia de los fondos europeos en este aspecto, el análisis indica que por la experiencia de periodos anteriores, se constata "que el nivel de escolarización y de formación tienen gran repercusión sobre la productividad y la asimilación de las nuevas tecnologías".

En el caso de comunidades como la extremeña, la Comisión Europea explica que "en las regiones más pobres, el rendimiento previsto de la inversión en educación es mayor y, generalmente, superior al de la inversión en infraestructuras". De este modo, hace un llamamiento a reconducir las prioridades de gasto, asegurando: "La inversión en educación parece un instrumento más eficaz con vistas a reducir la dispersión de la renta regional".

En esta etapa, y además del aumento de la inversión en formación, Bruselas insta a que se fomente una colaboración más estrecha entre el sistema educativo y el empresariado, así como a invertir en innovación y nuevas tecnologías.

Aquí, la Comisión Europea echa en falta un mayor esfuerzo en I+D por parte de España, donde apenas se destina el 1,03% del PIB a investigación y cita como caso menos favorable a lo que ocurre en Extremadura, donde el bajo nivel de esfuerzo en I+D se suma al hecho de que la mayor parte de la inversión provenga del sector público, mientras que la empresa apenas aporta el 9% del total, la quinta parte que en la media española.

En este sentido, cabe señalar que la Comunidad Extremeña se ha visto poco favorecida en el reparto del nuevo fondo europeo de investigación, que da un total de 2.000 millones para España, ya que, según Rodríguez Ibarra, se recibirían sólo 50 millones, mientras que regiones como Galicia contarán con 360 millones.