Mucho se ha hablado este verano sobre los efectos del calor en la cosecha de tomate, pero todo apunta a que Extremadura batirá este año nuevamente su récord de producción. Las organizaciones de productores (OPFH) integradas en la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca) --que representan al 99% del sector-- estiman que la cosecha del 2003 será de unos 1.300 millones de kilos, cuando apenas queda por recoger en el campo un 5% de la materia prima. Esta cantidad superaría en un 8% a la cosecha del 2002 (véase gráfico) y marca un nuevo hito en este sector en Extremadura.

El tomate para transformación industrial es, junto con el tabaco, los dos cultivos más importantes de la agricultura extremeña. Estas cifras demuestran que el calor no ha tenido tanta incidencia como se esperaba en la producción, a pesar de que ésta se ha quedado finalmente algo por debajo de la cantidad pactada entre agricultores e industrias.

TOMATE DE OTRAS REGIONES

La cantidad total contratada por la industria en Extremadura era de 1.509 millones de kilos de tomate, de los que solamente entregarán en la industria 1.396 millones de kilos. De esta cantidad, 1.300 millones se han producido en Extremadura y los restantes 96 provienen de otras regiones.

Según datos de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, el tomate destinado a transformación industrial --sirve de base para elaboración de tomate frito y toda clase de salsas y platos preparados-- ocupa una superficie de 25.132 hectáreas, la mayoría en la provincia de Badajoz. El consejero José Luis Quintana tiene previsto mantener hoy una reunión con responsables de las industrias --agrupadas en la patronal Agrucon--, tras la cual ofrecerá las cifras de la campaña.

CONFIRMACION

Si se confirma que finalmente la cosecha se sitúa en torno a 1.300 millones de kilos de tomate --y excluyendo del cómputo la materia prima que viene de otras comunidades--, la producción final se quedará un 8% por debajo de la cantidad contratada con las industrias al inicio de campaña.

El Instituto Nacional de Meteorología, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ha confirmado que Extremadura ha sufrido el verano más caluroso desde la Guerra Civil (1936-1939). Es más, se ha constatado que en las Vegas Bajas --una de las principales zonas productoras de tomate-- ha habido 19 días en los que la temperatura ha superado los 40 grados centígrados.

El exceso de calor tiene una incidencia directa en el tomate, pues acelera su maduración y a veces lo abrasa sin dar tiempo si quiera a que sea transportado a la industria. Además, deteriora su calidad, aspecto que se mira con lupa a la entrada de las fábricas y por el que se aplican descuentos al agricultor en el precio que recibe por kilo. Este año el tomate se paga a 5 céntimos de euro por kilo, tras una senda histórica bajista que los productores han logrado frenar en las dos últimas campañas.

En la campaña pasada elaboraron tomate en Extremadura una decena de fábricas (véase gráfico). Este año hay que unir la incorporación de Tomalia, una nueva fábrica que se ha construido a toda prisa en Santa Amalia.

Tomalia es la tercera industria conservera de tomate que se pone en marcha en Extremadura de la mano de los agricultores. Las otras son Tomates del Guadiana (junto a Santa Amalia) y Agroconserveros Vegas Bajas (Montijo). El resto de factorías pertenecen a multinacionales como United Biscuits (Don Benito y Montijo) o grupos familiares como Conesa (Villafranco del Guadiana) o Transa (Villanueva de la Serena).

SALTO DE LAS COOPERATIVAS

Lo más destacado que se ha producido en este sector en Extremadura en los últimos años ha sido la toma de posición de los agricultores en la actividad de la transformación, ajena hasta el momento para las cooperativas. En tan sólo dos años han comenzado a funcionar tres conserveras impulsadas por los agricultores, pero hay proyectadas dos más: una en Don Benito y otra en Miajadas.

La presión ejercida por la entrada en funcionamiento de estas nuevas industrias ha elevado considerablemente la producción de tomate en Extremadura. En poco años, la cosecha se ha duplicado.