Unidad de acción del sector agroganadero extremeño, que ha fijado una manifestación el 14 de noviembre en Mérida para exigir a las administraciones públicas una solución ante la "situación crítica e insostenible" que atraviesa, y que ha provocado, por ejemplo, que en un año se hayan cerrado más de 2.500 explotaciones. Todas las organizaciones profesionales agrarias (Opas) y la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca) llaman a la movilización a miles de agricultores y ganaderos de la región y culpan a la Junta y al ministerio de "mirar para otro lado" y "no dar la cara" para salvar el campo extremeño, como sí lo han hecho con otros sectores como la banca o la construcción. La subida de los costes de producción, el desplome de los precios y el denominado chequeo médico que pretende desarrollar Europa restando fondos de la PAC para destinarlos a desarrollo rural, son los principales elementos causantes de la crisis en un sector que supone el 15% del PIB regional, denuncian las Opas.

La manifestación partirá a las once de la mañana desde el Paseo de Roma de Mérida y llegará hasta los aparcamientos exteriores de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural.

La gravedad de la situación se explica con datos como que los abonos han subido entre el 80% y el 200%, según el tipo; y el gasóleo agrícola ha pasado de 60 céntimos el litro hace un año a los 85 de hoy.

Otro factor destacado que denuncian es la caída de los precios. Un productor de cereal, comentan a modo de aclaración, debe producir hoy 500 kilos más que hace un año para que su explotación le sea rentable. Ello lleva al agricultor a pensar en no sembrar, sembrar solo una pequeña parte o hacerlo pero sin echar abono, todo para reducir costes de producción.

La situación se repite en las explotaciones de regadío y en la ganadería, con precios muy bajos en el porcino, vacuno y ovino.

UNA MESA REGIONAL De ahí la necesidad de tomar medidas por parte de la Junta de Extremadura, a la que urgen la puesta en marcha de una mesa regional, y también del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, al que le requieren otra a nivel nacional.

A todas estas dificultades para el sector, se añaden las trabas que llegan de Europa, como la del llamado chequeo médico, que es una "vuelta de tuerca" porque, sigue con el recorte presupuestario a través de la "mal llamada modulación, no da respuesta ni a los problemas de los agricultores y ganaderos ni a la demanda de seguridad alimentaria de los ciudadanos y no frena la especulación", según explicó Ignacio Huertas, secretario regional de UPA-UCE, que pide a la Junta que aporte "respuestas particulares" a este contexto.

En este aspecto incide el presidente de APAG Extremadura Asaja, Bibiano Serrano, para el que "no hay disculpa para salvar a la agricultura y la ganadería porque se ha hecho con otros sectores". La Junta, apunta, "no da la cara, no ha puesto la misma fuerza ni el mismo dinero para salir de la crisis", como sí ha hecho hablando con bancos y constructores, cuando las administraciones públicas "son responsables directos" de la crisis. La situación es "intolerable" y hay que salir a la calle, reitera.

Para Ángel García Blanco, presidentede Asaja Cáceres, se estáproduciendo "una reconversiónsalvaje del sector" y la apariciónde "una cantidad ingente de golfos,como Fertiberia, que está haciendoel negocio del siglo". Desdeesta organización se solicitamedidas urgentes a la Junta ytambién al Gobierno, y se pregunta"qué chequeo médico va ahacer la Unión Europea si ni siquieraescucha al enfermo".

En la misma línea se postulaManuel Caro, de Coag, ante el estado"insostenible" del sector.Por suparte, Matías Sánchez,presidente de Unexca denunciólos problemas de rentabilidadque presentan las cooperativasal estar inmersas en un importanteproceso de inversión.