Las tres capitales extremeñas aún no han iniciado los trámites para la construcción de 18.222 viviendas contempladas en sus planes generales de ordenación urbana (PGOU), según el último informe realizado por la Consejería de Fomento. El documento apunta a que el planeamiento vigente en las tres ciudades contemplaba la ejecución de casi 66.000 casas, de las que sólo 47.600 están en algún punto de su desarrollo, es decir, al menos se está redactando la documentación previa de los planes de actuación en las parcelas.

En este sentido, cabe destacar que Mérida es la ciudad que lleva un mayor retraso, ya que de las 22.904 viviendas contempladas en su PGOU, sólo se están desarrollando acciones para construir 11.650. Mientras, en Cáceres la situación es algo mejor, con 16.832 de las 23.162 previstas ya en desarrollo.

Por último, en Badajoz este trámite previo se cumple en la casi totalidad de las casi 19.800 casas recogidas en el plan, de las que sólo quedan por desarrollar parcelas para 644.

RETRASO ADMINISTRATIVO El panorama empeora sustancialmente, según el informe, si se atiende a las viviendas que ya tienen algún tipo de aprobación, es decir, aquellas actuaciones en las que la promoción ha superado siquiera uno de los trámites administrativos precisos.

Aquí, la mala situación de la capital extremeña se hace aún más patente. Apenas el 10,8% de las viviendas que deberían realizarse ha concluido alguna fase de tramitación, lo que supone que sólo se está llevando el proceso administrativo en 2.475 casas, lo que ni siquiera cubre la quinta parte de las que deberían estar ejecutadas en el primer cuatrienio de vigencia del plan, que finaliza este año.

Mientras, la capital cacereña tampoco presenta una posición halagüeña, ya que sólo existe una aprobación siquiera inicial para 11.621 viviendas, es decir, poco más de la mitad de las contempladas.

Por último, en Badajoz la situación es bastante mejor, aunque matizando que su plan es el más antiguo, y tiene ya quince años, pese a lo cual hay más de 2.500 casas cuya tramitación previa no ha cumplido ni un solo paso administrativo.

DEMORAS BUROCRATICAS Comparando estos dos últimos datos, se puede observar que existe, especialmente en los casos de Cáceres y Mérida, un fuerte desajuste entre el número de actuaciones en desarrollo --aquellas en las que los promotores ya han expresado su intención de construir, y están redactando o han redactado los documentos-- y las actuaciones que cuentan con alguna tramitación.

Esto lleva a que en las conclusiones de los análisis referidos a las dos ciudades mencionadas, Fomento recoja como apreciación que "la realidad de los ámbitos con expectativas de desarrollo a corto y medio plazo es muy superior a lo que indica el ritmo de aprobaciones administrativas".

Es decir, que una buena parte de la culpa del desajuste puede atribuirse a la falta de diligencia de los gestores del plan a la hora de tramitar la documentación que aportan los promotores.