Yolanda Caraballo Saavedra, coordinadora de la Asociación Para la Reinserción y Asesoramiento de la Mujer Prostituida (Apram) de Badajoz, con motivo de esta operación policial, manifestó a este diario su rechazo a la posibilidad de legalización de cualquier modo del ejercicio de la prostitución. Dijo que estas mujeres "deambulan de un club a otro para evitar el control policial", y hasta la fecha, la asociación no ha tenido contacto directo con ellas, aunque sí con otras en los mismos clubs.

Caraballo alertó de que "la prostitución no es el ejercicio libre de la actividad de una mujer, pues en la mayoría de los casos actúa obligada", siendo el 90% mujeres extranjeras inmigrantes, "más vulnerables aún".

Es por ello por lo que afirmó que "no se puede comerciar con un ser humano. Los proxenetas dicen que es un contrato de trabajo entre un empresario y la mujer como trabajadora, pero en realidad no existe tal contrato, lo que existe es una esclavitud totalmente enmascarada, que a ellos les interesa".

Y añadió: "El blanqueo de dinero, que a las mujeres no les llega, es solo para los proxenetas y propietarios de esos clubs de alterne. Ellas son simplemente esclavas en un siglo en el que ya no se puede tolerar la esclavitud. ¡Ya está bien!", señaló.

Apram sí ha tenido contacto con mujeres que han trabajado en los clubs de Llera, en Badajoz, aunque no ahora. "Hemos escuchado sus voces en otros momentos y las mujeres dicen algo tan simple como que necesitan el alcohol y la droga para poder soportar lo que hacen; cuentan que necesitan beber como una forma de anestesia para evitar el olor de las personas que utilizan sus servicios en la cama con ellas".

Ahora, aseguró Caraballo, Apram va a seguir de cerca este caso, porque considera que pueden ayudar a las mujeres.