Hay menos universitarios en general y son titulaciones amplias que suelen ser vocacionales. Son razones que explican el notable descenso de estudiantes de titulaciones de ciencias experimentales como Matemáticas, Física o Química, entre otras, en la última década. Todas las que se engloban en esta modalidad registran en ocho curso, del 00/01 al 07/08, una caída de entre el 40 y el 60% de matriculados entre todos sus cursos, excepto Ciencias Ambientales, con un aumento del 20% en este mismo periodo.

El próximo año se celebrarán oposiciones a profesores de secundaria, una nueva oportunidad para muchos licenciados y recién titulados que buscan un empleo estable en la docencia. Mientras algunas plazas en la mayoría de especialidades tendrán una alta demanda, otras como Matemáticas, un sector que no conoce el paro, se completarán gracias a físicos o biólogos, entre otros. Esta es una situación que ya se viene dando en los centros de secundaria extremeños ante la escasez de matemáticos. Y es que las ciencias básicas están de capa caída en la universidad, o al menos lo estaban según los últimos datos del 2008.

Uno de los casos más llamativos es el de la licenciatura en Matemáticas. Prácticamente en esta década el número de alumnos ha descendido un 60%, pasando de los 214 matriculados entre todos los cursos en el 2000 a los 85 registrados ocho años después, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Un descenso significativo que comienza a repuntar con la incorporación de 30 alumnos al primer curso del grado que acaba de comenzar de la mano de Bolonia. "Estamos contentos por ello porque la situación es crítica, además es un momento difícil de cambios", asegura el vicedecano de la Facultad de Ciencias de Badajoz, donde se imparten la mayoría de estas titulaciones de ciencias básicas, Mariano Rodríguez-Arias Fernández.

El declive general de estudiantes --en el 2008 había 18.000 universitarios menos que cinco años antes--; el aumento de la oferta académica y de centros, así como la facilidad para la movilidad, se suman a los motivos, según el vicedecano, pero hay más. El escaso reconocimiento social y el desconocimiento de las salidas profesionales tras cursar estas titulaciones también están detrás del número "crítico" de alumnos de ciencias básicas.

Crítico porque según los profesores consultados "faltan matemáticos", y no solo en la docencia, "la única salida laboral que cree la mayoría de la población para este profesional". Una apreciación que dista de la realidad, ya que esta opción, la enseñanza, la eligen poco más del 40% de los titulados en Matemáticas en la universidad extremeña y no suele haber licenciados suficientes para cubrir las vacantes que hay en este sector.

La empresa es otra de los opciones laborales para este profesional, del que se valora especialmente su gran capacidad de organización mental, de enfrentarse a problemas, razonarlos y solucionarlos, así como su poder en la toma de decisiones. Unas aptitudes que corren peligro ante el déficit de estudiantes en gran parte de las universidades del país, y que ya se nota en las empresas y aulas extremeñas al tener que recurrir a otros titulados. "El matemático tiene una formación muy superior a un biólogo o un físico --el más afín--, que usan éstas como una herramienta más".

Además, "las capacidades de éstos benefician al resto de ciencias y todas usan las matemáticas como un lenguaje común que no tienen otras ciencias", dice Rodríguez-Arias, que apunta al escaso reconocimiento social de este perfil. "No hay un valoración clara de lo que es un licenciado en ciencias y la labor que realizan, por eso suele ser vocacional".

Según el presidente de la Sociedad Extremeña de Educación Matemática Ventura Reyes, Ricardo Luengo, el motivo de este descenso de estudiantes es la poca información que tienen sobre las posibilidades de las matemáticas y la visión que ha tenido siempre de ser una "asignatura hueso". Un descenso que espera Luengo que repunte con los nuevos grados, que van orientados por competencias, por lo que el alumno sabrá cuáles son sus opciones, y "van a escoger más esta carrera, tengo esperanzas en los nuevos planes". Luengo es además profesor de esta titulación y dice que ha visto disminuir los estudiantes "de los 10 o 12 que había en mi clase hace unos años a los 3 o 4 en los últimos cursos".

Pero observando el gráfico se aprecia un descenso generalizado en las carreras de ciencias básicas. Esto es debido según un profesor de Física, a la predilección por una "enseñanza más práctica", a un menor reconocimiento social y a que la docencia, compartida con Química, que cuenta con más estudiantes, no emplea a muchos físicos, que optan por impartir Matemáticas. Pese a ello, es una titulación sin paro porque son pocos los que salen cada año y que ofrece empleo en múltiples sectores, ya que "los físicos son muy valorados por su capacidad de enfrentarse a problemas".