¿Quién tiene la culpa de que una autovía no pueda ser utilizada hasta año y pico después de concluirse? Empezando por el final, el actual equipo del Ministerio de Fomento retiró de los presupuestos una partida de algo más de cuatro millones destinada a mejorar una parte del trazado de la EX-373, para utilizar esta vía como enlace entre el tramo de autovía Cáceres-Hinojal y la N-630.

Este dinero se iba a invertir en adecuar aproximadamente cinco kilómetros de la carretera de titularidad autonómica, para que tuviese una anchura de 12 metros y un trazado menos sinuoso, lo que permitiría que soportase el tráfico de una nacional hasta que pudiera abrirse el tramo Hinojal-Cañaveral, dentro de un año.

La inclusión de esta partida en el presupuesto de la obra, a iniciativa de Fomento cuando su titular era Alvarez Cascos, fue la solución de emergencia ante un error de previsión, que motivó que los mencionados tramos de autovía se adjudicasen en fechas distintas.

El primero en dar la voz de alarma fue el senador socialista por Cáceres José Manuel Acuña, quien en junio del 2002 hizo ver al entonces secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, que el tramo Hinojal-Cáceres, ya en obras, terminaba a cinco kilómetros de la N-630. Acuña preguntó si Fomento tenía previsto algo para resolver el problema.

Merma del presupuesto

En aquel momento, Blanco se mostró ambiguo, ya que primero dijo no , al apuntar que "nosotros no actuamos en carreteras autonómicas; son de la competencia de la Junta de Extremadura", para luego decir quizá , señalando que "los técnicos de carreteras intentan diseñar esas soluciones provisionales lo mejor que pueden".

Después la polémica se aplazó hasta que, hace unos pocos meses, se constató el cumplimiento de plazos de la obra en el tramo Hinojal-Cáceres, y la falta de actuaciones para solventar el problema del enlace provisional. Fue entonces cuando el PP denunció que el nuevo equipo de Fomento había eliminado una partida de tres millones --en realidad, algo más de cuatro-- incluída anteriormente como añadido a la obra de la autovía, y que debía servir para ejecutar la mejora en la EX-373.

De hecho, en el presupuesto estatal del 2004, elaborado aún por Cascos, se indica que el tramo Hinojal-Cáceres costaría 71,5 millones de euros. Mientras, en una información facilitada hace pocas semanas por Fomento al Congreso se indica que el coste será de 67,3 millones, es decir, 4,2 millones menos.

Este compromiso del Gobierno del PP fue reconocido incluso por Leonor Martínez Pereda, exconsejera de Fomento, quien, según recogía Hoy, contestó a la petición de un edil de Hinojal para que se adecentase la carretera autonómica indicando en un escrito que la Junta había parado la obra de mejora prevista en ese tramo ante la perspectiva de que la hiciese el ministerio.

Así, apuntaba que "la razón (para frenar la obra) se debe a que hace dos años, cuando el ministerio preveía licitar los dos tramos de la Autovía de la Plata, Cáceres-Hinojal e Hinojal Cañaveral, si estos no se hacían simultáneamente, como ocurrió, implicaba que para poner en funcionamiento el tramo más cercano a Cáceres debían desviar el tráfico dela N-630 por el tramo de la EX-373 entre la autovía y la N-630".

La exconsejera añadía que "el acondicionamiento de la carretera (EX-373) por parte de la Junta tenía proyectado un ensanche a ocho metros, insuficiente para el tráfico a desviar de la N-630, y así se hizo ver al Ministerio. Contestó que caso de darse esa circunstancia, ellos acometerían el arreglo a un ancho de 12 metros".

A día de hoy, la realidad es que Fomento no va a hacer el enlace, que el tramo Hinojal-Cáceres estará más de un año terminado y sin abrir y que el trazado de la EX-373 está peor que nunca, puesto que ni actuó el ministerio, ni la Junta, y la calzada ha venido soportando el paso de camiones de gran tonelaje, precisamente los de las obras de la autovía.