Un día, 36 consultas. Este es el ritmo al que trabajan, de media, las Casas de la Mujer de Badajoz y Cáceres para atender las peticiones de información sobre violencia de género. En total, recibieron 13.160 consultas durante todo el 2007, lo que equivale --sin discriminar los festivos ni las noches-- a 1,5 consultas por hora. Esto significa que cada vez más extremeños (no solo víctimas, sino también familiares, vecinos, etcétera) recurren a estos servicios del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX) para solucionar sus dudas o pedir asesoramiento sobre este tipo de maltrato, ya que el año anterior se habían contabilizado 11.661 requerimientos de este tipo o, lo que es lo mismo, un 11,4% menos.

Tal subida no se traduce en cambios en los tipos de demandas más comunes, que son las jurídicas seguidas de cerca por las psicológicas. A mayor distancia aparecen las consultas sobre el ámbito laboral y social, aparte de otras menos habituales que no se especifican. Esta distribución de las peticiones que reciben las Casas de la Mujer extremeñas se repite en los años 2006 y 2007 y también se mantiene el hábito de efectuarlas mayoritariamente por teléfono (únicamente 3.107 de todas las del año pasado y 2.681 de las del anterior se llevaron a cabo en el centro).

A partir de la utilidad que demuestra poseer esta vía para informar sobre el maltrato, la directora del IMEX, María José Pulido, manifiesta su intención de crear un teléfono único en Extremadura que atienda cualquier cuestión relacionada con el maltrato a la mujer. Esta es la estrategia que ya adoptó el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales el pasado mes de septiembre a nivel nacional, habilitando el 061 para atender estas cuestiones y que llegó a colapsarse los primeros días de su puesta en funcionamiento. Sin embargo, hasta mediados de noviembre solo 157 de las 6.897 demandas de información que había recibido este número procedían de Extremadura. Además, en ellas se remite a los usuarios a los servicios de la comunidad para atender esta cuestión, por lo que parece lógico que esta herramienta funcione directamente en la propia región.

DENUNCIAS Obviamente, no todas las consultas sobre violencia de género se traducen en denuncias. De hecho, mientras la primera de estas cifras aumentó el año pasado, la segunda se redujo con respecto a los datos de años anteriores. Así, Extremadura registró 938 denuncias ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado el año pasado, según informa la Delegación del Gobierno. En cambio, este valor se había ido incrementando de forma progresiva desde el 2000 (cuando se contabilizaron 571) hasta el 2006 (1.210), de acuerdo con los valores que maneja el IMEX.

Hasta ahora, el aumento del número de denuncias se consideraba positivo al relacionarse con una mayor visibilidad del problema de la violencia de género, es decir, más víctimas dispuestas a dejar de serlo. Sin embargo, las autoridades no creen que ese proceso se esté invirtiendo ni tampoco, desafortunadamente, que el maltrato comience a disminuir. Para Milagrosa Ortega, coordinadora de la Unidad contra la Violencia de Género de Extremadura, la propia creación de este organismo (el pasado mes de febrero) está detrás de esa reducción: “Hastaahora, manejábamos datos deviolencia doméstica (toda la que seproduce en elentorno familiar),mientras que ahora ya contabilizamossolo los de género (cuandola mujer es agredida por su pareja,expareja o con quien mantieneuna relación sentimental).Más allá de los datos, tanto Ortegacomo Pulido coinciden en hacerhincapié en elel evado niveldeprotección que actualmente tienenlas víctimas de la violenciamachista. “Tienen que saber queno están solas, que cuentan conmuchos servicios y recursos”, afirman.Solo el año pasado, en Extremadurase dictaron 696 órdenesde protección por casos de violenciade género y 781 hombres fuerondetenidos por este motivo.