En Extremadura residen 7.926 personas que disponen de más de 300.000 euros en los denominados activos financieros es decir, depósitos en los bancos, acciones o fondos de inversión, según recoge un informe de Banif, división de banca privada --especializada en gestionar grandes fortunas-- del Banco Santander. Son ricos, pero no todos los ricos que hay en la región, puesto que el informe sólo incluye a los que tienen el dinero disponible de manera inmediata, y no por ejemplo a los que acumulan patrimonio en forma de joyas, edificios o fincas, o son dueños de empresas cuyos inmuebles y maquinaria valgan más de la cantidad de referencia.

Parece hacerse una idea de la magnitud de la fortuna, basta decir que los más de 5.800 millones de euros que acumulan suponen más del presupuesto de la Junta de Extremadura para este año (5.529 millones de euros).

Estos afortunados extremeños están más concentrados en la provincia de Cáceres, con casi 4.900 frente a los poco más de 3.000 de la de Badajoz. Sin embargo, los ricos badajocense lo son más, ya que disponen de una media de 948.000 euros, frente a los 606.000 euros de media de los cacereños. La quinta parte de los ricos extremeños se concentra en las dos capitales de provincia: los que viven en Badajoz, unos 700, cuentan con 900.000 euros de disponible como media, y los que viven en Cáceres, casi 900, con 733.000 euros de media.

Es decir, las grandes fortunas badajocenses se encuentran en las zonas rurales preferentemente, mientras que en la provincia cacereña ocurre lo contrario.

En el cómputo nacional, Banif incluye en su informe a 443.000 españoles cuyos activos financieros suman casi 493.000 millones de euros, lo que da una media de más de 1,1 millón por rico.

El delegado en Extremadura de la firma autora del informe, y responsable de la oficina de Banif en Badajoz, Francisco Javier Bardají, explicó que la barrera de 300.000 euros que marca el estudio es la que distinguiría entre el cliente de la banca personal y el de la banca privada. "Se supone que estos últimos reciben un trato más personalizado y acceden a servicios y productos a los que los otros no pueden acceder", explicó.

Respecto al hecho de que este corte entre unos clientes y otros se haya incrementado desde los 150.000 euros de disponible que marcaban anteriores estudios, hasta los 300.000 del actual, Bardají lo atribuyó a que el aumento de las fortunas en los últimos años ha hecho que el número de personas que disponen de más de 150.000 euros se haya incrementado mucho, lo que habría que, de mantenerse el límite anterior, la banca privada se masificaría y no sería posible seguir dando un trato exclusivo a los clientes objetivo .

En cuanto al significado del trato exclusivo, Bardají lo resumió señalando que al cliente "le atienden sólo especialistas en mercado, que se dedican únicamente a gestionar carteras y se le da acceso a productos de máxima calidad que exigen cantidades elevadas para su contratación, además de disponer de servicios especializados de planificación fiscal y patrimonial y horarios más amplios", de 8 a 20 horas en el caso de la oficina extremeña de Banif.

El responsable de esta banca privada en Extremadura indicó que este tipo de servicios preferentes "no supone un mayor coste para el cliente", y que en la mayoría de los casos las comisiones que se cobran son incluso más bajas que al del resto de los usuarios. Bardají también hizo alusión al espectacular crecimiento de los clientes potenciales de la banca privada en los últimos quince años, aunque indicó que en Extremadura este proceso ha sido menos destacado, lo que hace pensar que también será más suave la desaceleración económica.

Finalmente reiteró que el estudio de Banif sólo incluye a quienes cuentan con un dinero disponible en las cantidades ya mencionadas, pero no a los que poseen otro tipo de bienes como edificios o empresas, "que serían potenciales clientes de la banca privada, puesto que en algún momento pueden deshacer ese patrimonio, pero solo serán clientes cuando vendan".