El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, ya ha puesto sus cartas sobre la mesa, desvelando uno de los asuntos que más preocupaba en el entorno político: cuál es el modelo de financiación autonómica que propugna.

En primer lugar, el dirigente socialista propone un modelo único que incluya a País Vasco y Navarra, es decir, que elimine el actual modelo de cupos del que disfrutan estas dos comunidades autónomas.

La polémica llega a la hora de abordar el siempre espinoso debate de lo que cada región aporta a la caja única para que luego el Estado distribuya los fondos entre las comunidades según sus necesidades. Maragall cree que debe haber un modelo mixto, es decir, que una parte del esfuerzo fiscal que hace cada región vaya a esa caja única pero que, al mismo tiempo, se ponga un tope a esa aportación.

Se trata, según dijo, de definir mecanismos que no eliminen totalmente las diferencias entre comunidades y que, sobre todo, no inviertan la situación. En ese sentido, el presidente de la Generalitat de Cataluña argumenta que la diferencia entre lo que su comunidad aporta e ingresa hay una diferencia que ronda los 9.000 millones de euros y se conformaría con poder recuperar de ese montante un total de 2.400 millones.