Católico aunque con escasa o nula presencia en misa. Ideológicamente de centro o de izquierdas. Orgulloso de su extremeñidad, pero también de su españolidad. Este podría ser el perfil del extremeño tipo que dibuja el barómetro autonómico del CIS.

De este modo, en cuestión religiosa casi nueve de cada diez encuestados se manifestó católico, lo que supone 23 puntos más que la media española y el índice de catolicismo más alto de España. En cuanto a otras creencias, sólo las profesa el 1,2%, mientras que el 8,4% se declara no creyente o ateo.

Sin embargo, pese a ser católicos confesos no se muestran muy diligentes a la hora de cumplir los preceptos. De este modo, la mitad no va a misa casi nunca, y otra tercera parte de manera esporádica. Sólo el 13% acude todos los domingos.

En lo que atañe a la otra creencia , la política, el grueso de los extremeños se mueve en posiciones entre el centro y la izquierda. Así, un tercio se declara centrista, y otro 27,6% opta por la izquierda moderada. Apenas el 8,4% se manifiesta de derechas y las posiciones extremas en el arco político las profesan el 3% de los extremeños. Estos datos casan prácticamente al milímetro con las posiciones ideológicas del conjunto de los españoles.

Pero, ¿quién representa estas posiciones en los partidos políticos españoles? Para los extremeños, el PSOE representa la izquierda moderada y el PP la derecha moderada, mientras que IU es considerado de extrema izquierda. Esto supondría que, en teoría, hay un 31,3% de extremeños que no encuentran su opción política entre los partidos actuales.

Españolidad

Respecto a las cuestiones nacionalistas, no parece que en Extremadura se muevan por esos caminos. Ocho de cada diez señalan que se sienten tan españoles como extremeños y sólo uno de cada diez muestra cierto nacionalismo tibio, al declararse más extremeño que español.

De hecho, los extremeños son los que apuntan en el conjunto de España más equilibrio entre sus sentimientos españolistas y de pertenencia a su región, con 24 puntos por encima de la media nacional.

En este conjunto del país destacan por romper la tendencia Madrid y Castilla y León, donde hay notables porcentajes, superiores al 22%, de ciudadanos que sólo tienen conciencia de pertenencia a España y no a su comunidad, y Cataluña y País Vasco, donde tiran fuertemente los sentimientos nacionalistas, aunque sin llegar a representar en ningún caso una mayoría de ciudadanos.

Al hilo de lo anterior, para siete de cada diez extremeños España es "mi país" y, en porcentajes muy minoritarios, se encontrarían opciones más tibias como "una nación de la que me siento miembro" o "el Estado del que soy ciudadano". Por ello, el 94% se siente orgullo de ser español y en un porcentaje algo superior de ser extremeño.

Sin embargo, y como se reflejaba en las cuestiones anteriores ese orgullo extremeño no aboca al nacionalismo. Para confirmarlo, más del 97% de los encuestados apuntó que Extremadura es una región, y menos del 2% manifestó que la Comunidad Extremeña debe ser considerada una nación.