Las comarcas de Alagón, Gata, Las Hurdes, Ambroz, Jerte y La Vera, en el norte extremeño, junto a Las Villuercas, La Siberia y La Serena, en el este, y Campiña Sur, Tentudía y Jerez, en el sur, además de Alcántara y Mérida, son las zonas de la región con un mayor potencial eólico. Esta conclusión se extrae de los planes esbozados por las empresas de energías renovables, que realizaron mediciones de viento por toda la región antes de concretar las ubicaciones para sus parques de aerogeneradores.

Como es lógico, los mejores resultados se obtuvieron en las zonas de sierras, concretamente en las de Valdelaorden, Altamira, Valdelacasa, Belén, La Solana, del Oro, Las Barbas de Oro, Alconera, Payo, La Garza, San Serván, Morena y Serradilla, aunque también se apuntaron enclaves en llanos y mesetas de Tentudía, Campiña o La Siberia.

Estas previsiones quedaron frenadas en el año 2000 por el rechazo manifestado por el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a la autorización de parques eólicos si las empresas promotoras no traían en cartera una remesa de proyectos complementarios que crearan un mínimo de empleos, fijado, para el caso de Las Hurdes, en 1.500 puestos de trabajo.

Sin embargo, el cambio de actitud del Ejecutivo regional, promovido por la fecha de caducidad puesta a la central nuclear de Almaraz, --que deberá cesar en sus actividades en el 2010--, ha vuelto a alentar las expectativas de las empresas.

Un portavoz de Endesa-Sevillana, que copa el mercado eléctrico de la provincia de Badajoz, reconoció que "efectivamente, tenemos nuestros estudios de viento y ya hemos determinado cuáles serían las ubicaciones más favorables", aunque declinó detallar los lugares.

El mismo portavoz explicó que la compañía, a través de su filial Endesa Cogeneración y Energías Renovables, tiene ultimados los anteproyectos "que aún no hemos presentado", a la espera de conocer en profundidad cuáles serán las condiciones que fije la Junta para la colocación de aerogeneradores.

CREACION DE EMPLEO Por su parte, desde Iberdrola, la compañía eléctrica con implantación mayoritaria en la provincia cacereña, explicó que "desde hace mucho tiempo estamos interesados en el desarrollo de este tipo de energía en Extremadura y Castilla y León".

Asimismo, apuntó que "ya hemos seleccionado cuatro o cinco enclaves", aunque las preferencias de la empresa eléctrica pasa por la comarca de Las Hurdes, y agregó que "nuestra experiencia en este tipo de parques y el equipo de profesionales que trabaja en Iberenova (filial para energías renovables) hacen que la colocación de aerogeneradores tenga un impacto ambiental mínimo, como lo han reconocido las organizaciones ecologistas en las zonas de Guadalajara donde ya estamos instalados".

En el caso de Iberdrola, el condicionante de la creación de empleo mediante empresas de componentes puede estar amortizado por la participación de la eléctrica en la fábrica Electrotécnica Extremeña, donde comparte capital social con la sociedad Fomento Industrial de Extremadura. Esta sociedad prevé, --según el protocolo firmado en febrero por Rodríguez Ibarra, el presidente de Iberdrola, Iñigo de Oriol, y la presidenta de Fomento, Dolores Serrano--, una inversión de 20 millones de euros y la creación de 71 puestos de trabajo en la factoría de Malpartida de Plasencia.

COMPATIBILIDAD AMBIENTAL La alusión a la integración medioambiental de los parques eólicos viene también avalada por Bioex (Bioenergética de Extremadura), que trabaja desde hace cuatro años en el diseño de un modelo de desarrollo sostenible para la región, y cuyos estudios concluyen que es viable la colocación de aerogeneradores sin dañar el medio ambiente. Esta empresa asegura además que este tipo de instalaciones acarrean riqueza para las zonas rurales donde se ubican.

Del mismo modo, desde Bioex se indica que el estudio de vientos realizado en colaboración entre el Gobierno extremeño y el Idae (Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético) reveló que la zona con mayor potencial eólico es el norte de la región donde se concentran el 80% de las posibilidades extremeñas para este tipo de energía.

El problema inicial venía dado por el hecho de que muchas de las ubicaciones ideales están dentro de espacios protegidos, sobre todo de la Red Natura 2000, aunque algunos estudios realizados demuestran que no habría ningún inconveniente en cuanto a impacto medioambiental para que se instalasen aerogeneradores en la zona.