El acto central del Primero de Mayo en Extremadura tuvo en esta ocasión un carácter más político que en ocasiones anteriores, y los dos sindicatos convocantes, CCOO y UGT, reclamaron que se castigue al PP en las urnas por el apoyo a la guerra en Irak.

La manifestación de Mérida partió esta vez de la plaza de toros y tuvo un recorrido mucho más corto que en años anteriores. En la marcha participaron unas mil personas (4.000 según los sindicatos), tras una pancarta con el lema Por el empleo y por la paz, no a la guerra , que portaban los secretarios regionales de CCOO y UGT, Valentín García y Miguel Bernal, acompañados por el secretario regional de Organización del PSOE, Ramón Ropero, y el coordinador de IU-Extremadura, Manuel Cañada.

Al final de la marcha, que concluyó en la plaza de España, Bernal acusó al PP de querer "que la gente se avergüence de ser comunista, socialista o nacionalista", y agregó que el presidente del Gobierno, José María Aznar, "ya nos han puesto cuernos y rabo".

El dirigente ugetista citó como ataques a los tarbajadores el decretazo , la reforma fiscal, la disminución del gasto fiscal y las leyes educativas, aunque gran parte de su intervención se centró en la guerra de Irak, de la que dijo que Aznar "pensó que España se le quedaba pequeña y buscó a su primo el de Zumosol para pegar al primer desgraciado que cogieron". Además, apuntó que el Gobierno apoyó la guerra para favorecer a las grandes empresas dañadas por la crisis de Latinoamérica.

Por ello, Bernal anunció que no pediría un cambio en la política, sino "una reacción electoral para mandarlos a casa".

NO A LA REBAJA DE IMPUESTOS

Por su parte, Valentín García retomó el asunto de la guerra para pedir que el PP pague "consecuencias políticas, sociales y penales" por haberse sometido a los dictados "de la derecha del armamento y el petróleo".

Respecto a la reforma fiscal, manifestó que "rebajar los impuestos no es progresista, es de derechas", porque termina acarreando privatizaciones y deterioro de los servicios públicos. Asimismo, aludió a los 35 muertos en accidente laboral el pasado año en la región para preguntarse por qué no ha habido ninguna reacción social contra los responsables.

El líder regional de CCOO reclamó al Gobierno que duplique el número de inspectores, y que la Junta se persone como acusación en los casos de muerte laboral, "igual que hace en los de malos tratos". Por último, hizo un llamamiento a los extremeños para que tengan "memoria" cuando acudan a votar.

En cuanto a los dirigentes políticos presentes en la marcha, Ropero exigió al Ejecutivo central que retire la modificación del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social aprobada el día 24, porque "es un atentado contra los hombres y mujeres que dependen del campo".

Mientras, Cañada solicitó que "la lucha social del último año" se manifieste, el próximo 25 de mayo, en el voto a la izquierda, que "es la que ha estado con los trabajadores".