Esta será la última legislatura de Miguel Celdrán al frente del Ayuntamiento de Badajoz, tras cinco victorias consecutivas con mayoría absoluta y unos resultados que superan su propio récord: 17 de los 27 concejales que componen la corporación municipal y 7.500 votos más que en las elecciones municipales del 2007 (son tantos concejales, que en el salón de plenos del palacio municipal no hay asientos suficientes para que todos los componentes del grupo se sienten juntos).

Celdrán compareció ayer para hacer un análisis de los resultados obtenidos en la jornada anterior y lo dejó bastante claro: "Creo que es la última legislatura que estoy, pero me iré con un grato sabor y un gran agradecimiento a los pacenses y a todos mis compañeros". Y el motivo que alegó para no seguir más tiempo es que no quiere ser "un tapón" para las nuevas generaciones que tengan aspiraciones. Y además reconoció que lo hubiera hecho antes. "Para mi gusto me hubiera ido hace tiempo", afirmó, pero el partido le pidió que siguiera.

Así escrito pudiera parecer que se estuviera despidiendo, pero no. El alcalde de Badajoz aseguró que aguantará los cuatro años que tiene por delante. Tendrá 75 años cuando acabe la legislatura y será una buena edad para disfrutar de su familia y de sus amigos. De momento, se queda. "Si Dios me da salud, ésa es mi intención", señaló.

Celdrán ofreció la rueda de prensa acompañado del número dos de su lista, Francisco Javier Fragoso. Y al ser preguntado por la sucesión, el alcalde no miró hacia nadie y se limitó a manifestar que al sucesor lo elige el partido.

En su comparecencia, destacó que el PP ha obtenido 29 puntos por encima de los resultados del PSOE en Badajoz, y esos "son muchos puntos", según el alcalde, y no solo "para mantenerse" sino que se atrevió a augurar que será "una diferencia sumamente difícil de superar en próximas ediciones".

A SOSA Respecto a la otra fuerza política en la oposición, IU, Celdrán bromeó con que haya conseguido duplicar su presencia en el ayuntamiento, pues ha pasado de uno a dos concejales, como también se burló de las declaraciones del candidato, Manuel Sosa, en las que anunciaba que en esta legislatura va a "acorralar" al gobierno popular. "Me tiene apabullado y amedrentado por la presión que me va a hacer", respondió de forma poco seria. Pero al margen, añadió que de la oposición espera "que haya concordia, educación y mucha nobleza y que todo ello vaya dirigido a mejorar la ciudad".

Respecto al reparto de responsabilidades entre los concejales, dado que ahora son dos más (de quince pasan a diecisiete), el alcalde consideró que como le "gustaría" que todos participasen en la vida municipal, intentará distribuir todas las delegaciones para que, al mismo tiempo, quienes tienen muchas se puedan descargar de algunas. Y en esta asignación tendrá en cuenta la preparación profesional de los concejales para adaptarlas a las áreas. El único cambio que, según mencionó, tiene previsto realizar es que el alcalde "se quite cosas de encima" para poder dedicarse a "estar en la calle, seguir las obras y estar al día de lo que la ciudad necesita".

También habló de los resultados obtenidos por el PP en la Asamblea, en la que ha sido el partido más votado y reiteró que se siente "orgullosísimo" de José Antonio Monago, que lo acompañó durante años en el ayuntamiento pacense y de quien dijo que espera haberle transmitido su forma de entender la vida "con alegría y con humor".

Sobre cómo está planteado el reparto de fuerzas en el parlamento, Celdrán defendió un posible acuerdo de su partido con IU, porque "en lo esencial, podemos dialogar". Y de cara a llegar a compromisos, como "aviso a navegantes" aconsejó que en las posibles negociaciones "no haya maletines por debajo de la mesa, que no se consigan apoyos a base de dinero, que el dinero es de todos, que sea con sentido común y por el interés de Extremadura".