El flamante alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, aprovechó ayer su discurso en el salón de plenos del ayuntamiento, para tender la mano "con respeto y con lealtad, pero también desde la firmeza y los argumentos sólidos", a la Junta de Extremadura y a la Diputación de Badajoz, instituciones " de las que esperamos respeto institucional, estrecha colaboración, proyectos en común y generosidad" y mostró su confianza en que el interés de la ciudad prime sobre los partidismos.

Celdrán también ofreció diálogo a la oposición municipal y expresó su deseo de llegar a acuerdos y de "mantener abiertas las puertas del ayuntamiento" a los colectivos de la ciudad. Según el alcalde, la actuación del gobierno del PP se va a caracterizar por "equipo, actitud y proyectos" y dijo que "nuestra vocación es la de administrar los recursos con diligencia y equidad.

Por otro lado, el alcalde apostó por que la legislatura que empieza sea la "de los grandes proyectos que catapulten a Badajoz hacia índices de crecimiento y desarrollo jamás conocidos" y mencionó asimismo su interés en que estos cuatro años sirvan además, para poner en marcha planes que incentiven el empleo.

El discurso del alcalde cerró el acto de la toma de posesión de la corporación municipal, a la que se incorporan nueve caras nuevas: siete del PSOE (Lorenzo Blanco, Moisés Cayetano, María Rosario Iván, Antonia Márquez Anguita, Juan Pérez Zarapico, Luis Angel Ruiz de Gopegui y Juan José Sierra) y dos del PP (Inocente Mayoral y Miguel Angel Rodríguez de la Calle). Los populares "juraron" el cargo, como era previsible, salvo Inocente Mayoral, y también en el grupo Socialista hubo una excepción, pues Juan José Sierra juró.