La noche del 25 de mayo de hace cuatro años, el concejal Monago posaba a un lado de Carlos Floriano para la foto de fin de campaña electoral en Badajoz. Anoche, en la misma ciudad, él era el centro del objetivo convertido en un auténtico líder, de momento solo del PP. "Los líderes no nacen, se hacen con esfuerzo, tesón y dedicación", dice; la misma que José Antonio Monago ha puesto cada día desde que tiene el sueño de convertirse en presidente de esta comunidad --hace más de dos años-- y quizá con más fuerza en los últimos quince días.

En un tono más intimista que electoralista cerró anoche el presidente de los populares la campaña electoral en Badajoz. Su casa y donde se ha formado como político de la mano de Miguel Celdrán, para el que ayer también hubo un sentido agradecimiento público por parte del candidato a la Presidencia de la Junta.

Las cartas ya están echadas, ayer fue el último día para lanzar mensajes, usar estrategias y desprestigiar al contrario. Los principales propuestas de los populares ya están contadas de punta a punta de la región, el mensaje del "cambio" ha calado, pero ayer todavía le quedaban cosas por decir a Monago. Quedaba agradecer a cada uno de los candidatos populares su paso al frente, a los medios de comunicación su voz al pueblo, a los acompañantes del candidato en esta campaña su trabajo y a su familia, la ilusión por animarle a luchar por lo que quiere, gobernar Extremadura.

El discurso de Monago adquirió anoche el tono intimista que no ha tenido ningún otro en los últimos quince días. Sentado en un taburete en el centro del escenario, sin atril y con el micrófono de diadema que ha utilizado en cada acto público, el candidato popular agradeció especialmente a su madre --fallecida-- que hoy esté en el punto de mira de esta región y también de fuera de ella.

"Con 25 años tuve que optar a seguir siendo bombero cobrando 75.000 pesetas o a ser concejal en la oposición en Badajoz sin ganar un duro. Un día, escribiendo mi carta de renuncia a la política en mi olivetti, mi madre me vio triste y me dijo: ´a tí no te va a faltar aquí el plato de comida, así que sigue tu vocación´. En aquel momento rompí la carta y hoy le debo lo que soy a mi madre", contó emocionado. Hoy, está a punto de cumplir un sueño o al menos obtener un buen resultado, auguran.

Tras su madre, Monago también quiso acordarse de sus compañeros de oficio que ayer escuchaban el discurso desde la grada del escenario. Para ellos también hubo palabras, recordando actuaciones en la riada de Badajoz o en el incendio de almacenes Arias en Madrid, en el que Monago aprendió "la diferencia entre la vida y la muerte", dijo anoche. Así se expresó mientras sujetaba entre sus manos su casco de bombero "que representa que nada es imposible" y que presidirá el Gobierno regional si llega a la Presidencia.

"Yo lo siento por los socialistas pero quien va a ganar estas elecciones es un obrero por mucho que les pese", señaló el candidato. No es cuestión de pantalones de pinza o vaqueros, es cuestión de inteligencia y compromiso, resumió el popular de nuevo en zapatillas.

Pero también hubo tiempo para las promesas, una palabra que jamás ha utilizado, tras hablar con cientos de extremeños y recorrer en los últimos quince días más de 7.000 kilómetros por Extremadura: frenar el desempleo, reducir la deuda, desarrollar una gestión austera, reducir cargos públicos, apoyar al campo y a los empresarios, despolitizar la labor de los funcionarios, bajar los impuestos "porque se recauda más con muchos pagando poco que con pocos pagando mucho y además se evita el fraude fiscal" y entre otros, decir siempre la verdad. "Me comprometo a trabajar con alma, vida y corazón y dejarme la piel para curar las heridas de esta región", afirmó el candidato pocos minutos antes de las doce de la noche.

Daba tiempo para un último mensaje a Vara: "Has arruinado Extremadura y al final por buena persona que seas se hace justicia". Así, y precedido por una comida en Olivenza y una carrera en las pistas de La Granadilla, puso fin Monago a más de dos años de intensa actividad, especialmente en las últimas dos semanas, para lograr su objetivo. "Es un reto apasionante y lo voy a conseguir". El resultado, mañana domingo.