Un extremeño era el encargado de supervisar uno de los proyectos más importantes en los que trabajaba la misión espacial del Columbia. El doctor del Departamento Aeroespacial de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, Francisco Javier Díez, de 30 años y natural de Fuente de Cantos, forma parte del equipo que realizaba diversas investigaciones en el campo de la combustión y cuyos resultados se han perdido casi en su totalidad, ya que la nave los transportaba en su base de datos.

Díez, que se encontraba ayer en Michigan, aseguró a EL PERIODICO EXTREMADURA que el accidente del transbordador ha supuesto un "duro golpe" para el equipo de investigadores, ya que habían tenido un contacto muy directo con los astronautas durante el periodo de adiestramiento que se llevó a cabo en octubre.

Además, el propio Díez mantuvo contacto con la tripulación desde la sede central de la NASA en Huston durante cinco días para supervisar y asesorar a a tripulación en su trabajo. "Fueron unas jornadas de trabajo intensivas, de las 24 horas del día sólo parábamos tres para dormir", indicó el doctor extremeño, que aseguró que trabajaba una media de 12 horas con cada astronauta, por lo que la relación se hizo "muy estrecha y ahora es muy difícil creer que, sólo unos días después, estén todos muertos. Me llamaron de la NASA para comunicarme el accidente y fue un duro golpe para mí", señaló.

LOS OBJETIVOS

Uno de los objetivos del experimento en el que colaboraba el extremeño era intentar probar una teoría que podría cambiar la manera en que la física define la combustión. Díez recuerda que la tripulación del Columbia se había implicado de forma especial en el proyecto, "incluso nos dijeron que tenían una apuesta entre ellos para ver quién conseguía la llama más perfecta en el espacio".

El doctor extremeño recibió en pasados días una transmisión de los astronautas en la que informaban de la conclusión de los análisis previstos en el proyecto. Una pequeña parte de los resultados obtenidos pudo enviarse digitalizada a la Tierra, pero el grueso de la información, guardada en la base de datos del transbordador, se ha perdido.

"El programa ha tenido tres partes, ha ido al espacio en tres ocasiones, en las dos primeras tuvimos datos erróneos y esta era la definitiva y la que valía, pero todo se ha perdido", manifestó.