No solo lejos del objetivo fijado por el Tratado de Lisboa, sino cada vez más. Esta es la posición en la que se encuentra Extremadura con respecto a la meta marcada por los países europeos de lograr para el año próximo que la mitad de la población de 55 a 65 años permanezca activa. Según los últimos datos del Eurostat (referentes al año pasado), solo el 36% de los extremeños en esa franja de edad trabajan, diez puntos porcentuales por debajo de la media de España que, pese a ello, también tiene difícil llegar al margen fijado.

Esta situación resulta especialmente preocupante en época de crisis, cuando los Expedientes de Regulación de Empleo (EREs) y las prejubilaciones están a la orden del día y, sobre todo, si se tiene en cuenta cómo se va equiparando cada vez más la cifra de cotizantes con la de pensionistas. No se trata de ser alarmistas, pero sí cabe destacar cómo comparando las cifras de los últimos años y el pasado mes de marzo (último disponible), el número de pensionistas se incrementa de forma constante en la región, mientras que el de cotizantes abandona esta senda para caer un 4,2% tras varios ejercicios de subidas continuas. Aún no son los datos definitivas para este año, pero la evolución mensual del paro no hace albergar muchas esperanzas de mejora.

QUIMERAS E IMPOSIBLES De este modo, mientras el objetivo --también recogido en el Tratado de Lisboa-- de tener una tasa de empleo en torno al 4% (actualmente está por encima del 20% en Extremadura, tres puntos más que en España) suena simplemente a quimera, el de conseguir que el 50% de los trabajadores de entre 55 y 65 años trabaje también parece cada vez más imposible. Sobre todo, en este caso, para la región extremeña, que no solo está muy por debajo de la media nacional, sino que el año pasado rompió su tendencia convergente con el índice del conjunto del país.

¿Pero por qué Extremadura registra menos activos en esa franja de edad? ¿Y qué ha ocurrido para que encima la distancia entre la comunidad extremeña y la media nacional se haya incrementado considerablemente el año pasado? Para la secretaria de Acción Sindical y Empleo de UGT Extremadura, Chari Riñones, hay que tener en cuenta, en primer lugar, las características del mercado del trabajo extremeño, caracterizado, por un lado, por la menor incorporación de la mujer al mundo laboral y, por otro, por el importante peso de la agricultura y la construcción, dos sectores en los que la permanencia a partir de los 55 años es "más difícil", explica.

FACTOR FEMENINO En cuanto al factor femenino, solo con tener en cuenta la diferencia de las tasas el año pasado se aprecia cómo efectivamente la tardía y escasa incorporación de las extremeñas al mercado laboral es un hándicap para la región de cara a alcanzar el objetivo de Lisboa. De hecho, apenas un 20% de las extremeñas mayores de 55 años permanecían en activo el año pasado frente al 31% de las españolas, mientras que entre los hombres la diferencia no es tan notable --52,2% en la región frente al 31% nacional--.

Respecto al aumento de la diferencia entre Extremadura y España, Riñones la vincula con la mayor destrucción de empleo en la franja de edad estudiada durante el 2008 en la región, ya que en ella se pierden 32.000 activos frente a los 122.000 que suma en total el conjunto del país. "Por eso, lamentablemente hemos pasado de estar a solo cinco puntos porcentuales de la media nacional en el 2007 al doble el año siguiente".

Aunque destaca que es muy difícil hacer predicciones en el ámbito económico, la responsable de Acción Sindical y Empleo de UGT reconoce que es "casi imposible" lograr los objetivos de Lisboa el año próximo. En este sentido, subraya que el sindicato apuesta por alargar la vida productiva para que haya más trabajadores activos hasta los 65 años, aunque se opone frontalmente a cualquier reforma que implique aumentar la edad de jubilación.

Ante este panorama, sorprende la paradoja de que los países europeos aspiren a contar con la mitad de sus mayores de 55 años a 65 años en activo, mientras EREs de empresas públicas como Radio Televisión Española arranquen desde los 52. Solo es un ejemplo, pero cuesta comprenderlo.