La transformación en autovía de la N-521 entre Cáceres y Valencia de Alcántara se incluirá en la reforma del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) 2005-2020 que el ministro de Fomento, José Blanco, tiene previsto aprobar este mismo año. Así se lo ratificó ayer Blanco a Vara durante la reunión que mantuvieron en Madrid, en la que no hubo compromisos concretos respecto a una aceleración significativa de las obras de otras cuatro autovías pendientes de desarrollo: Cáceres-Badajoz, Badajoz-Granada, Badajoz-Levante y Zafra-Huelva.

El presidente autonómico destacó la importancia de la nueva unión por autovía entre Extremadura y Portugal a través de Valencia de Alcántara, aunque no dio más detalles sobre las fechas y las inversiones de la obra. Sí dijo que tiene el compromiso de Fomento de que en 2010 estarán resueltas las declaraciones de impacto ambiental de las autovías que enlazarán la región con Granada, Levante y Huelva.

En el caso concreto de la autovía a Valencia (A-43), explicó que el ministro de Fomento se ha comprometido a agilizar los trámites remitiendo "próximamente" el nuevo expediente de información pública al Ministerio de Medio Ambiente. Además, manifestó su intención de iniciar la redacción de algún tramo que no presente complicaciones medioambientales.

Sobre la autovía Cáceres-Badajoz, Vara aseguró que José Blanco visitará Extremadura en julio para firmar el convenio por el que el Gobierno asumirá la financiación de la obra en los términos pactados con la Junta. El Ejecutivo regional redactará los proyectos y hará la obra entre el 2010 y 2012 , mientras que la Administración central devolverá el coste en tres anualidades (2013, 2014 y 2015).

En cuanto a la A-58 (Cáceres-Trujillo), este año se completará con la puesta en servicio, como estaba previsto, del tramo Santa Marta de Magasca-Cáceres.