El cáncer está detrás de una de cada cinco de las muertes que se producen en Extremadura cada año.

En 1993, de las 10.548 personas que fallecieron en la región, el 22,6% lo hicieron como consecuencia de algún tipo de tumor, normalmente de carácter maligno, es decir, cancerígeno.

Diez años después, el porcentaje se eleva en algo más de un punto y medio porcentual. Así, de las 11.227 defunciones que se registraron en el 2003 en Extremadura, el 24% fueron consecuencia del cáncer.

Cabe destacar que de las 679 muertes más contabilizadas en este periodo (1993-2003), casi la mitad --316, en concreto-- estuvieron causadas por tumores de algún tipo.

Responsables de la Consejería de Sanidad y Consumo estiman que este aumento está directamente relacionado con el incremento de la incidencia general de los tumores --constatada por diversos estudios médicos--, pero no es obstáculo para el aumento de la supervivencia al cáncer.