Una abrumadora mayoría de españoles, el 90,8%, ya estaba en contra de la intervención militar en Irak tres semanas antes de que se iniciase la guerra, según refleja el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de febrero. Entonces, sin que hubieran comenzado aún los horrores de la guerra, el 66,9% de los encuestados pedía al Gobierno que, de producirse el enfrentamiento, optase por la neutralidad.

La crisis de Irak ya preocupaba a la sociedad española tras el verano. Cuando el CIS preguntó en el barómetro de septiembre, el 66,2% de los encuestados respondió que estaba poco o nada de acuerdo con una intervención militar en Irak. El 68,2% también declaró entonces estar bastante o muy preocupado ante la posibilidad de un conflicto bélico.

INQUIETUD EN EUROPA

Aunque la inquietud social era evidente, el CIS no volvió a preguntar a los españoles sobre este asunto hasta febrero. Desde entonces, los datos reflejan que la inquietud se ha extendido por casi toda la sociedad.

En la mayoría de países europeos los ciudadanos también se oponen a la guerra: el 74% en Italia, el 80% en Francia, y el 81% en Alemania, según datos recientes. En Gran Bretaña, donde el 57% la rechazaba antes de comenzar, ahora la apoya el 56%.

A la última encuesta del CIS respondieron 2.488 entrevistados entre el 22 y el 28 de febrero. La guerra no empezó hasta el 20 de marzo, pero entonces, cuando los inspectores de la ONU ni siquiera habían presentado su informe definitivo sobre las intenciones de desarme del régimen de Sadam Husein, los españoles ya lo tenían muy claro: el 90,8% rechazaba cualquier intervención militar y sólo el 5,3% la apoyaba.

En esas fechas, según el sondeo, el conflicto de Irak se convirtió en la tercera preocupación para los españoles. La primera era el paro (63,9%) y la segunda, el terrorismo (47,9%). El 27,5% citaba la guerra como el principal problema. El 13,1% manifestó incluso que el conflicto bélico le afectaba personalmente y el 79,9% temía que acabase afectando directamente a España.

El sondeo también reflejaba una voluntad clara de la mayoría de españoles (el 66,9%) de que el Gobierno mantuviese la neutralidad si estallaba la guerra. El 21,3% reclamó que se apoyase a la coalición comandada por EEUU y sólo el 1,2% pedía que España actuase apoyando a Irak.

El descontento de la ciudadanía con el Ejecutivo era evidente. El 59,8% consideraba mala o muy mala la actuación del Gobierno español en esta crisis. Sólo el 10,9% apoyaba a Aznar. En cambio, el 34,6% estimaba positiva la postura de la oposición, frente al 19,6% que la criticaba.

El debate central en la sociedad española a finales del mes pasado fue si España debía participar en el conflicto aunque no contase con el respaldo de la ONU. El CIS no preguntó sobre ese asunto.