Varón, de origen inmigrante, de 15 años de edad, estudiante de un centro público, hijo de un trabajador no cualificado y miembro de una familia monoparental. Es el perfil del alumno abocado al fracaso escolar según el informe Abandono y fracaso escolar de La Caixa. Y es que, el rendimiento académico de los jóvenes está ligado no solo a sus capacidades también a su origen.

La clase social, el sexo, la pertenencia a minorías o la experiencia de la migración y la pertenencia a familias desestructuradas son, según los expertos que han elaborado el estudio --el catedrático de Sociología, Mariano Fernández Enguita; y los profesores de Sociología y Comunicación, Luis Mena y Jaime Riviere--, "determinantes" en los casos de abandono.

Los hijos que viven en familias monoparentales tienen un 6% más de probabilidades de abandonar sus estudios en el primer ciclo de la ESO, y un 9% más en el segundo ciclo de esta etapa de la secundaria obligatoria. De la cifra total de abandonos en estas edades, casi un 20% convive con un solo progenitor. "La respuesta de la infancia tardía y la adolescencia a los cambios en los modelos de convivencia de los padres tiende a ser negativa". Y son las familias monoparentales las que pueden influir negativamente en el rendimiento académico, sin que estos resultados impliquen una relación causal directa entre el divorcio y el fracaso escolar, advierte el informe.

El riesgo de fracasar también se dispara a menor formación y clase social de los progenitores. La probabilidad de acceso a la educación superior es seis veces mayor para los hijos de las clases medias que para los de las clases trabajadoras. El nivel de estudios de los padres también se considera un predictor fiable del fracaso. En términos generales, los hijos de padres y madres con estudios obligatorios o inferiores son los que concentran la mayor parte del fracaso. "Tener un progenitor con un título postobligatorio mejora mucho el éxito escolar de los hijos en secundaria y esta influencia positiva es algo mayor cuando el titulado es el padre", señala el informe.

El análisis concluye que el 20% de los alumnos con padres universitarios corren el riesgo de fracasar. El porcentaje afecta al 62,9% en el caso de padres sin estudios y al 46,2% si solo tiene estudios primarios. En cuanto al sexo, los chicos presentan un 12% más de riesgo de fracaso que las chicas y los casos de abandono son más frecuentes entre los inmigrantes en la ESO, pero menos en Bachillerato.